Regeneración

De vez en cuando la casta política nos obsequia poniendo en circulación determinadas palabras que suelen cambiar según las circunstancias político-sociales que existan en cada momento, tal es el caso de los proletarios, luego obreros, mas tarde productores, ahora empleados, asalariados y, definitivamente, trabajadores; también sucedió lo mismo con ciudadanos y ahora ciudadanía. Pues bien, a partir de ahora tendremos que ir acostumbrándonos al término "regeneración" pues es palabra que escucharemos durante algún tiempo.

Es bueno, muy bueno, que haya regeneración política y parece que así se va entendiendo por algunos dirigentes de los partidos políticos. La abdicación de Juan Carlos I ha traído como consecuencia que se instaure la regeneración en los distintos estamentos de la vida pública (esto es un deseo, no una realidad) y así vemos como Rubalcaba, que lleva 28 años ostentando diversos cargos de responsabilidad nacional, ha entendido que su proyecto ya está acabado y que debe dejar paso a una nueva generación aunque entre la suya y la nueva haya una que ya se ha perdido.

Parece, pero solo parece, que Duran y Lleida, que ha dedicado a la política 34 años de los 62 con los que cuenta, dejará sus cargos políticos en CiU, pero no para retirarse de la vida pública, pues parece, solo parece, que continuaría con parte de su actividad, pues probablemente no habrá personas con 28 años tan capacitados como él cuando contaba esa edad para hacerse cargo de los temas políticos que la situación actual requiere.

Del Partido Popular es mejor no hacer comentario alguno, pues ellos ya dicen, ante el resultado de las elecciones europeas, que han ganado. Y ya está, han ganado. Es decir, no han entendido absolutamente nada. Además no hacen caso del Movimiento 15-M, pues son unos individuos que no tienen nada que hacer y que están manejados por los anti-sistema de toda Europa (hace muchos años eran las hordas judeo-marxistas las que manejaban a nuestra juventud, ¡Qué poco cambian algunas cosas!), aun cuando el Movimiento 15-M nos haya traído, para asombro de muchos, Podemos. Pero eso tampoco importa, pues se han ganado las elecciones.

Es, no ya necesaria, sino imprescindible la regeneración en la vida pública, pues los ciudadanos estamos hartos de los mismos programas incumplidos, de las mismas caras, los mismos nombres, las mismas personas que asisten como espectadores, cuando no como protagonistas, a la corrupción de la vida política y al desbarajuste de la administración que ha pasado en 30 años de 700.000 funcionarios a más de 3.200.000 en la actualidad, cifra que no es exacta pues el Gobierno no sabe el número exacto de personas dedicadas a la función pública, y ello sin contar con la friolera de 445.568 políticos en ejercicio.

Si no hacemos una fuerte generación en nuestros partidos políticos y en la administración del Estado, los ciudadanos nos veremos abocados a vivir de espaldas a nuestros políticos con el grave problema que supondría una bajísima participación en los distintos comicios electorales.