Un gran parque infantil y la parrillada ponen fin a las celebraciones

Pocos fueron los que este martes se quedaron fuera de las actividades organizadas por el Ayuntamiento de Boada con motivo de las fiestas del Santísimo, celebraciones que han llegado a su fin con una excelente participación desde que el pasado sábado La Asociación 'La Encina Verde' pronunciase un reivindicativo pregón a favor de la mujer rural.

Y es que en esta recta final de las fiestas ha habido para todos los gustos y edades. El lunes, los carretones de los hermanos Huertos y un Gran Prix en la tarde volvían locos a los más pequeños, especialmente, pero no fueron los únicos, sobre todo durante el divertido concurso herencia del programa televisivo.

También los adultos tuvieron su momento con la degustación de una paella, como sucedía en este último día festivo, en el que no faltó vecino de Boada que no acudiera a saborear una excelente parrillada.

Pero mientras colaboradores y colaboradoras daban vuelta y vuelta sobre las brasas a la panceta, costilla y chorizo, la diversión estaba en otro lugar, no muy lejos, pero para los pequeños, aunque también hubo mayores y sobre todo jóvenes que no pudieron resistirse a los paseos del tren urbano bajo los mandos de Jose. Eso sí, los niños disfrutaron como nadie en la fiesta de la espuma y en los castillos hinchables. El toro mecánico quedó para aquellos más entraditos en años.

Y a las 21.30 horas, finalmente, se procedía al reparto de la parrillada, excelentemente preparada y organizada, aunque llevase su tiempo y no sin alguna duda respecto lo último; pero la buena voluntad todo lo puede, y en Boada impera aquello de 'querer es poder'. En definitiva, todo un ejemplo de unidad y vecindad.

El colofón a estas fiestas llegaría unas horas después con el disparo de cohetes artificiales y la despedida hasta el año próximo.