Homenaje a la épica medieval de Bernardo del Carpio

Esta vez sí, después del intenso frio del año anterior, la Asociación Cultural Bernardo del Carpio pudo festejar la jornada medieval dedicada a Bernardo del Carpio, en recuerdo del héroe que está vinculado a este pequeño pueblo. En esta novena edición participó la Asociación de Caballeros Bergidum Templi de Ponferrada, Podium Sport que realizó una exhibición de tiro con arco y el Coro de la Asociación Amigos de la Música de Monteverdi

Abrió la jornada el pregón de Ramón Grande del Brío, Doctor en Historia por la Universidad de Salamanca y naturalista de campo. Autor de obras en torno a temas tan diversos como la Ecología, la Arqueología o la Física Teórica y colaborador en su día de Félix Rodríguez de la Fuente.

El historiador destacó la labor de la Asociación Cultural Bernardo del Carpio al asegurar que "en la provincia de Salamanca hay pocos lugares donde se mantenga viva esa tradición, esa leyenda, esa parte de la historia". Del Brio destacó que fiestas como las de Carpio son el signo de que "el pasado como siempre se ha dicho regresa, permanece en estado latente hasta que en un momento determinado revive a través de manifestaciones de este tipo, que son una especie de conexión entre el pasado y el presente, donde tiene cabida parte de la historia de Bernardo".

Carpio, un pueblo ligado a este héroe de la épica castellana

El rey Alfonso, en su hostigamiento a los reinos musulmanes del sur, llega hasta Benavente, en cuya batalla con el rey moro Ores, se vio rodeado y a pie al morir su caballo; entonces llegó Bernardo que le ofreció su caballo y le cubrió las espaldas salvándole la vida. El rey se lo agradece dándole para él y sus herederos el castillo del Carpio, cerca de Alba de Tormes.

A Bernardo del Carpio se le atribuyen numerosas hazañas, entre ellas la derrota de los franceses en Roncesvalles; por eso supuso una cierta reacción nacional de la épica castellana contra el gran desarrollo de la épica francesa que se había introducido en España. A pesar de la fidelidad de Bernardo y los éxitos militares, éste no ceja en pedir al monarca la liberación de sus padres. Esta exigencia irrita grandemente al rey, que una de las veces lo expulsa del reino.

Estando en el exilio, con el derecho que le da el destierro, se dedica a guerrear contra algunas plazas de Alfonso III el Magno (creador del reino de León al dividir el territorio en tres partes para sus hijos), desde el castillo del Carpio; el rey le pide que le devuelva el castillo y a cambio sacará a su padre del encierro. Sospechando que se trata de una celada, Bernardo acude a la cita rodeado de sus soldados dejando otros guardando el castillo, por lo que el rey no puede llevar a cabo su traición. Hoy el cerro del carpio donde aún quedan algunos pedazos pequeños del muro, en el pueblecito de Carpio-Bernardo, se llama la "peña de la traición"; esa denominación toponímica se debe seguramente a este hecho.