Algo más de una treintena de personas (faltaban algunos en el momento de hacer la foto que aparece más arriba) se sumaron a la iniciativa, que tuvo su punto de salida en la isla de El Picón, junto a la caseta-bar que hay en ese lugar.
En ese momento la luz ya había caído bastante, por lo que prácticamente desde la salida los participantes tuvieron que encender los frontales y las linternas con las que fueron iluminando la ruta a realizar, de unos 12 kilómetros, y compuesta principalmente de tramos de tierra.