Hoy por primera vez y sin que sirva de precedente voy a empezar con un cuento de los Hermanos Grimm sobre las Edades del Hombre que he modificado para adaptarlo a la expectativa de Vida actual.
Cuando Dios creó el mundo y quiso determinar la expectativa de vida de todas las criaturas, llegó el asno y preguntó:
Señor ¿cuánto tiempo voy a vivir?. Treinta y cinco años ?contestó Dios- ¿Estás de acuerdo?
Ay Señor ? contestó el asno- Eso es mucho tiempo. Piensa en mí trabajosa existencia: cargar pesos de la mañana a la noche, llevar sacos de harina para que otros coman pan, animado sólo a palos y patadas. ¡Perdonadme una parte de ese tiempo tan largo!
Dios se apiadó y le concedió veinte años. El asno se fue consolado y apareció el perro.
¿Cuánto tiempo quieres vivir? Tú estarás contento con treinta y cinco años. ¿Es está tú voluntad?. Piensa lo que tengo que correr, y que eso no lo aguantan mis pies; y ya sin dientes para comer y sin voz para ladrar ¿qué me quedaría?
Dios vio que tenía razón y le concedió quince años. A continuación vino el mono.
¿Tú querrás vivir treinta y cinco años, no? ? Le dijo el Señor- Tú no necesitas trabajar como el asno y el perro y estás siempre de buen humor.
¡Ay, Señor! ? Contesto- Eso es lo que parece, pero la realidad es otra. Cuando hay puré, no tengo cuchara; tengo que hacer siempre travesuras y muecas para que la gente se ría, y si me dan una manzana y la muerdo, está ácida. ¡Cuántas veces tras la travesura se esconde la tristeza!. Yo no soporto treinta y cinco años así! Dios fue compasivo y le concedió trece años.
Finalmente apareció el hombre, estaba alegre, sano y animado y le pidió a Dios que le determinará sus años. Vivirás 35 años ? dijo el Señor- ¿Te bastan?
¡Qué tiempo más corto! ? Gritó el hombre ? Cuando haya construido mi casa, cuando haya plantado árboles y éstos florezcan y tengan frutos y cuando piense en pasar mi vida alegremente, entonces tendré que morir. ¡Por favor, Señor alargar mis años!.
Te daré los 20 del asno ? dijo Dios-
Eso no es suficiente ? respondió el hombre ?
Tendrás también los 15 del perro.
De todas maneras es poco
Bien ? dijo Dios- Te daré los 12 años del mono; pero no más.
El hombre se fue; pero descontento.
Así pues, el hombre vive 82 años. Expectativa de Vida media aproximada de nuestro país según la OMS. Los primeros 35, son los años humanos y pasan muy rápidamente, estamos sanos y alegres, se trabaja con vitalidad y a gusto y, en general, se está alegre y satisfecho con la Vida. Excepciones son aquellos que buscan en el alcohol y otras drogas aquello que no tienen interiormente.
A éstos le siguen los 20 años del asno, durante los cuales se soportan las cargas y tareas del trabajo y palos y patadas que se reciben por sus servicios prestados. Como consecuencia aparecen los dolores de espalda, las lumbalgias, los dolores de cabeza, las hernias, las molestias gástricas, las úlceras, la tos como mecanismo defensivo ante los tóxicos como el tabaco y el medioambiente, las alergias, el estrés, etc. Unos se deben a las muchas horas laborales otros a los hábitos de Vida que vamos añadiendo en justificación a lo mal que lo pasamos trabajando.
Luego le siguen los 15 años del perro, está por las esquinas, gruñe y no tiene dientes para morder. Es la época en que aparece el insomnio por la preocupaciones laborales y familiares, los procesos osteomusculares como la artrosis, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes mellitus tipo II asociada a la obesidad, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica por el hábito tabáquico, el cáncer, la gripe y los defectos sensoriales en la vista y en el oído. La mayoría de los problemas de salud están asociados al estilo de vida llevado los años anteriores.
Y cuando este tiempo ha pasado, cierran los 12 años del mono. Entonces se anda mal de la cabeza, un poco ido, se dicen cosas chistosas y se convierte en la burla de los niños. Comienzan los despistes, aparecen los primeros signos de demencia, las cataratas, las hipoacusias y la sordera, la insuficiencia cardiaca, respiratoria y renal. Es decir, el deterioro por envejecimiento de los órganos vitales.
En consecuencia, se puede afirmar que los años de la Vida son los primeros treinta y cinco que los vivimos como hombres y el resto los vivimos como animales. Por eso hay que reflexionar y llevar a cabo un estilo de vida saludable y vivir como hombres. Ahí está la razón de ser y la justificación vivir para la Salud y no para la enfermedad. Para resolver estas enfermedades se dispone de un buen Sistema sanitario; pero la responsabilidad última de la Salud es de cada uno y no del Sistema y/o de sus profesionales.
JAMCA
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