Ciertos estudios han concretado que la música puede ser muy beneficiosa para algunos animales, en especial para los perros y los gatos; la musicoterapia puede ser una forma de calmar su estrés. Si nos adentramos en el mundo animal, podemos observar como ciertas especies tienen cantos que, a pesar de que a nuestros oídos pueden resultar bellos, para ellos mismos no es música, sino mero lenguaje o forma de expresión como puede ser para nosotros nuestro habla. Como ejemplo están los pájaros, los monos o las ballenas. Ellos realizan sonidos que aunque a nuestros oídos pueden parecer música, su utilización real es para atraer al sexo contrario o para marcar su territorio. Al fin y al cabo es algo parecido a lo que hacemos los músicos cuando componemos canciones de amor o himnos nacionales, por ejemplo.
A pesar de esto no hay que pensar que los animales, aunque no hagan música en sí, no puedan disfrutar de ella. Otro estudio que aún está comenzando, investiga los ritmos de cada especie, es decir, los animales reaccionan a la música con un interés distinto al nuestro, esto se debe a que los ritmos cardiacos de cada especie animal son distintos al de los humanos. Como ya se ha hecho en algún experimento, si se crea una composición con ritmos asemejados a los del corazón de algunos animales, se puede observar que reaccionan de forma similar a la que reaccionaríamos nosotros frente al rock o a la música clásica, dependiendo de la velocidad del tema y las tonalidades empleadas.
Como decía, la musicoterapia es un método beneficioso para los animales ya que ayuda a: reducir el ritmo cardiaco y la velocidad de respiración (algo que puede ayudar a animales enfermos o que se estén recuperando de alguna operación), mejora el sistema inmunológico, aumenta el nivel de endorfinas, les ayuda a mejorar su humor, empleándose también para animales hiperactivos o con tendencia al miedo. Los estudios realizados insisten en que lo que importa de la música creada para los animales es el ritmo y no tanto la melodía.
Hace tiempo circulaba por internet un video en el que unas vacas, al encontrarse con el sonido que producía una banda de jazz, se acercaban en principio curiosas, pero finalmente se sentían relajadas y expectantes. Recientes estudios de la Universidad Leicester de Inglaterra han conseguido resultados tales como que una vaca que escucha música clásica, por ejemplo a Mozart, produce 5 litros más de leche al día y con mayor cantidad de proteínas y propiedades alimenticias que una vaca que no escucha música. Así mismo se están llevando a cabo otros estudios de cómo se puede mejorar la calidad de vida de los animales de granja así como de sus productos.
Como veis la música nunca dejará de sorprendernos y eso que en la Antigüedad se creía que los animales fueron los que dieron origen a la música y que los hombres comenzaron sus composiciones, de mejor o peor manera, imitando lo que oían.
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