Bendición de campos regada de vino y bizcochos

Visitar los pueblos de la Sierra de Francia, siempre es un placer. Cuando además se aúnan fiesta, tradición y amigos, se convierte en una experiencia única. Hoy, La Sierra al Día ha visitado una de las celebraciones con más encanto de la comarca de la mano de uno de los máximos exponentes de música tradicional, Gabriel Calvo. Así nos describe el día del patrón de su pueblo:

"Con carácter retroactivo se ha celebrado en la villa de Monforte de la Sierra, la fiesta de San Miguel Arcangel, patrón del pueblo, cuya celebración viene siendo habitual el 7,8 y 9 de Mayo. Este año, y por motivos de asistencia, dicha festividad se ha hecho coincidir con el fin de semana.

Lo más destacado y recordado sin duda alguna de esta fiesta local, es la bendición de Campos que se lleva a cabo el día de 'San Miguelito' o 'San Miguelillo', día posterior al día grande. Es en este día conocido como el día del Bizcocho, cuando se celebra a mención de campos desde las antiguas eras o 'palvas'. Una solemnidad al aire libre, donde el ayuntamiento convida a bizcochos y vino a todos los que desean asistir.

Este culto, fue antaño, muy popular en los pueblos aledaños a Monforte, cuyas gentes acudían en fecha señalada a disfrutar el majar culinario con el que eran agasajados mientras se bendecían los campos pidiendo todo tipo de parabienes.

El vino, se servía y sigue sirviéndose en tres barquillos de plata, cuya inscripción reza 'concejo de Monforte de la Sierra'. Aunque el dulce no ha cambiado con el pasar de los años, siempre serán recordados los melindres servidos durante muchas décadas por Cesárea, dulcera histórica de Mogarraz, cuyo prestigio y sabiduría están asociados a la memoria popular de cuantos la conocieron."

Todavía se puede constatar, no sólo por archivos, la importancia que llegó a tener esta celebración. La Sierra al Día ha entrevistado a personas mayores y todos han contestado que esta era una de las fiestas más esperadas y entrañables. De todos los caminos llegaban gentes para celebrar este día, comer bizcochos, beber vino y participar en la bendición de los campos. En suma, para formar parte de la celebración ancestral de la vida, de una fiesta más del ciclo de Primavera.