CANTALPINO | La tradición de 'Los Mayos' es una fiesta popular que se remonta a las civilizaciones antiguas y que tenía connotaciones rituales totémicas a la divinidad primaveral
Las entradas o plazas de numerosos pueblos de Salamanca lucen este primer día de mes 'El mayo'. Los jóvenes de los municipios cumplen así con una tradición de orígenes ancestrales. Se trata de una celebración primaveral que generalmente coincide con el primer domingo o festivo de mayo y que antiguamente tenía connotaciones rituales totémicas a la divinidad primaveral o de los árboles, que se han ido perdiendo con el paso de los tiempos.
Ahora, pervive por tradición, ya que a lo largo del siglo XX, eran los jóvenes que marchaban a cumplir el servicio militar, a partir de los 18 años, los encargados de plantar el mayo.
En Cantalpino, el grupo de quintos se trasladó a los montes cercanos para coger El Mayo más alto con el fin de plantarlo a la entrada del pueblo. Completan así las fiestas iniciadas allá en febrero cuanto tomaron el testigo de los quintos del año anterior.
Los jóvenes cantalpineses no necesitaron maquinaria alguna para 'sembrar' el árbol de mayo, aunque precisaron del apoyo de algunos quintos del año anterior.
GALERÍA DE FOTOGRAFÍAS DE LA PLANTACIÓN DEL MAYO EN CANTALPINO (Manu Hierro)
OrígenesLos orígenes de esta fiesta se remontan a las antiguas civilizaciones de los fenicios y a los griegos que manifestaban su adoración a sus dioses y lo que estos significaban en fiestas conmemorativas de exaltación de acontecimientos que para aquellos hombres tenían trascendencia, tales como los cambios de estaciones. La fiesta mayumea fenicia exaltaba la primavera. Esas costumbres fueron asimiladas por nuevas civilizaciones prerromanas, como la celta. La festividad celta de Beltane marcaba el comienzo de la temporada de verano pastoral cuando las manadas de ganado se llevaban hacia los pastos de verano y a las tierras de pasto de las montañas. De ahí la adoración de los fenómenos terrenales: tierra, mar y aire. Una de las principales actividades de la festividad consistía en encender hogueras en las montañas y colinas con rituales y significados políticos.
Esta tradición fue asimilada por los romanos en su adoración y culto a multitud de dioses. También asimilaron esta tradición mayumea en honor de la llegada de la primavera y de las primeras flores del año, el día que corresponde con el actual primer día de mayo. Todo poblado romano tenía además de los dioses oficiales los propios autóctonos. En Hispania se adoraba a la diosa Bona Dea, también llamada Maya, Maia o Fauna, diosa de la fertilidad en la mitología romana con la que se celebraba la llegada de la primavera. Seguramente esta tradición sufrió variaciones con la llegada de la civilización árabe a los campos de Castilla, como la manifestación en cantos o rondas a la persona amada.
El Cristianismo ha asimilado multitud de fiestas paganas que se profesaban con anterioridad a su implantación en fiestas religiosas. Así, en relación con la Fiesta de Mayo, surgieron celebraciones como la Cruz de Mayo, reemplazando el tótem sagrado por el símbolo cristiano. Asimismo, en otras variantes, se identifica esta celebración con la introducción de la veneración a la Virgen María.
Los Mayos en España
En la península Ibérica se celebran en casi todas las regiones (tanto de España como de Portugal), siendo el principal hilo conductor el celebrarse a principios del mes de mayo o durante todo él. Generalmente suelen celebrarse la noche del 30 de abril al 1 de mayo en numerosos pueblos de la península Ibérica. La maya o el mayo es un tronco o palo alto (árbol de mayo) que se alza o se alzaba en algunas regiones de Europa, en la plaza o lugar público durante el mes de mayo y donde concurrían los mozos y mozas a divertirse con bailes y festejos. Los jóvenes competían por trepar por el árbol hasta llegar a la parte superior donde debían coger una bandera, mientras las muchachas les animaban desde abajo bailando y cantando en torno al árbol.