Bendición de las tierras en la fiesta de la Cruz del Campo

Como cada lunes de aguas, La Cabeza de Béjar celebra la fiesta de la Cruz del Campo, la bendición de las tierras que rodean a este municipio con espléndidos paisajes, en otro tiempo tierras cultivadas y hoy de pastos, cabeza del Señorío del Ducado de Béjar, el que se encuentra más al norte del ducado, bordeado por el arroyo de la Mula, que ya se menciona en los documentos medievales.

Fiel a sus tradiciones el pueblo se reúne junto a la cruz del monte en la carretera que les une con Santibáñez de Béjar, que se engalana para la ocasión, muy próxima a las tumbas del antiguo poblado visigodo que miraba hacia el río Valvanera.

En esta ocasión organizado por el ayuntamiento y con un nutrido grupo de voluntarios se prepara una abundante parrillada de productos de la tierra, que asados con leña de encina tiene un sabor exquisito y donde no faltan buenos caldos y refrescos. Y como de la panza sale la danza, tampoco falta la música de dulzaina para amenizar el encuentro.

A esta cita se unen vecinos de Puente del Congosto, Santibáñez de Béjar y los hijos del pueblo repartidos por toda la geografía española: Salamanca, Vitoria y tampoco faltó a la cita José Ignacio Hernández que fuera entrenador de Baloncesto del Avenida Salamanca, que al encontrarse en la actualidad entrenando en Madrid y como buen Salmantino es fiel a esta cita con los amigos y vecinos de la Cabeza de Béjar. Tampoco faltaron un grupo de bolivianos que llegaron en busca de mejor porvenir.

El día espléndido acompañó el encuentro de los vecinos disfrutande un sol espléndio y las vistas de la Sierra de Béjar y los montes de la provincia de Ávila, como la Teta de Gilbuena, el alto de Neila de San Miguel, El Berrueco y la magnífica sierra de Gredos con las última nieves que surten de abundantes aguas el cauce del río Tormes.

Isidoro Casquero