Los secretos del Convento de San Francisco, al descubierto

La primera parte de las Tertulias está dedicada a conocer los rincones franciscanos de Ciudad Rodrigo, con una actividad teórica y otra práctica: una conferencia y un recorrido por la bautizada como la ruta franciscana. Ésta actividad tendrá lugar en la mañana del viernes (a partir de las 12.00 horas, con arranque en el Convento de San Francisco), mientras que la conferencia se desarrolló en la tarde del jueves en el salón de actos Obispo Mazarrasa del Palacio Episcopal.

Tras una presentación de las Tertulias a cargo del presidente de la Fundación, José Manuel de Luis Esteban, tomó la palabra la investigadora María Paz de Salazar y Acha, que hizo un repaso por los lugares con esencia franciscana de Ciudad Rodrigo (su presentación en powerpoint se puede repasar aquí: http://www.slideshare.net/fundacioncrodrigo/lugares-franciscanos-en-ciudad-rodrigo-por-mara-paz-salazar-y-acha).

Entre ellos está el Convento de Santa Clara, la puerta de los Juzgados (portada del antiguo Convento de Sancti-Spíritus de la 3ª Orden Franciscana), los restos de los conventos de las Franciscas Descalzas (en un edificio de la Plazuela del Conde) y de las Franciscanas Descalzas (en la actual Residencia Obispo Téllez), la Iglesia de la 3ª Orden Franciscana (conocida también como Iglesia del Santo Sepulcro de la Orden de San Juan), las imágenes de San Francisco que hay en la Catedral, y por supuesto el Convento de San Francisco.

María Paz de Salazar y Acha dedicó a este lugar la mayor parte de su intervención, realizando un completo recorrido por la iconografía y simbología de la parte que se ha conservado del Convento (las capillas de los Centeno y del Obispo del Águila), una mínima parte de lo que llegó a ser.

Durante su intervención mostró imágenes del antes y después de distintos iconos del Convento, ya que fue precisamente ella la encargada de elaborar el informe histórico cuando se llevó a cabo la restauración del mismo, que fue dirigida por el otro ponente de la tarde del jueves, el arquitecto Valeriano Sierra (su intervención se puede ver aquí: http://www.slideshare.net/fundacioncrodrigo/ruinas-del-convento-de-san-francisco-restaurar-el-tiempo-proyectar-el-futuro-valeriano-sierro-malmierca).

En esta segunda parte se descubrieron numerosas curiosidades del proceso, que estuvo aparcado durante una década, hasta que la llegada de fondos con motivo de la celebración de Las Edades del Hombre permitió llevarla a cabo.

Valeriano Sierra hizo en primer lugar una mirada al pasado, explicando que la restauración del Convento se realizó a partir de su propia arquitectura, historia y simbolismo. Así, en primer lugar, explicó detalles de la creación del Convento (como que fue realizado sobre una ermita previa), apuntando ya desde ese momento que su construcción extramuros fue "su perdición", tanto en el pasado (fue objeto de todas las guerras), como en la actualidad (cuando está alejado del centro histórico y del paso de turistas).

Posteriormente habló de la época del "despojo" del Convento, incidiendo por ejemplo, en los daños causados por las guerras. Como curiosidad, apuntó que se estudió dotar de murallas a todos los conventos de Ciudad Rodrigo situados extramuros ("si se hubiera hecho quizás se hubieran salvado").

La desamoitización, momento clave

El despojo se agravó a partir de la desamortización, cuando perdió su función. Así, se usaron sillares para construir casas por la zona, se llevaron restos decorativos a la Casa de los Vázquez (el edificio de Correos), e incluso otras partes se dejaron por ahí tiradas. Con buen humor apuntó que su propio padre había sido una de las personas que en la década de los 50 'destruyó' parte del Convento. Tras el despojo, el Convento sufrió el olvido, apareciendo numerosa vegetación.

Tras la compra del Convento por parte del Ayuntamiento en 1991, no se pudo restaurar hasta la llegada de dinero a la ciudad con motivo de Las Edades del Hombre. Según explicó, la restauración que él dirigió buscó conservar toda la historia del Convento, incluida la época del olvido. Así, se dejó sin restaurar la balaustrada del lateral ("es más significativo dejarlo así que restaurarlo").

El proyecto que presentó en su día buscaba además realzar el Convento dentro de la maraña de edificios de similar altura que hay a su alrededor (con la creación de filas de árboles o de una plazuela), pero no se consiguió. Lo que sí se hizo, haciendo un guiño a su pasado, es convertirlo en un contenedor de restos históricos "despreciados por todos" que estaban repartidos por distintos lugares de la ciudad.