Día del Libro para Salamanca

Como todos los años de los últimos tiempos, coincidiendo con el aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes ?así como la de William Shakespeare? y con el recuerdo al levantamiento comunero contra el emperador Carlos que dio origen a la fiesta de nuestra comunidad, hoy, día 23 de abril, los salmantinos nos acercaremos a la plaza, a nuestra Plaza Mayor, para buscar y rebuscar en los tenderetes en los que los libreros salmantinos nos mostrarán sus fondos de armario para incitarnos a la compra y, como valor añadido, a la lectura disfrutada de alguno de los libros que ocupan sus estanterías a lo largo del año, la mayor parte del tiempo "ocultos" a la mirada pública.

En el laberinto de páginas expuestas por los libreros, podremos perdernos hasta subirnos a "Las ramas del árbol" (última obra del autor) en las que Luciano González Egido deja constancia nuevamente de su amor por estas tierras y nos descubre con su magnífica prosa, hechos y anécdotas de una Salamanca que se deja querer en cada uno de sus capítulos. Subidos a esas ramas, quienes se hayan llegado hasta ahí, podrán recuperar títulos más o menos recientes en los que Salamanca se convierte en protagonista de uno u otro modo. "La sangre de los crucificados", "El manuscrito de piedra", "Ciego por la Plaza Mayor", "La piel del tiempo", "El manuscrito de nieve" o "El cuarzo rojo de Salamanca", convierten a nuestra ciudad en invitada imprescindible de sus párrafos para permitir al lector pasear por calles y plazas de la Salamanca de otros tiempos y comprobar cómo han cambiado ?o no? al prestarles esa atención que la habitualidad diaria hace que sean casi invisibles a nuestro paso.

Desde las ramas del árbol de González Egido, el visitante también podrá recuperar mientras pasea, aquellas obras que por su cualidad de "clásicas" debieran ocupar lugar destacado en las estanterías de cualquiera de las casas que conforman el callejero ciudadano. "El lazarillo de Tormes", "El licenciado Vidriera", "La Celestina", "El estudiante de Salamanca", "La cueva de Salamanca" y otras tantas que mi memoria se niega a rememorar ahora, serán lectura atractiva para quienes disfruten de esa literatura consagrada por los tiempos, en la que Salamanca forma parte de su trama.

Por supuesto que, en su recorrido, los visitantes de esos mostradores ocultos por páginas y páginas, también podrán encontrar muchísimas otras referencias a nuestra ciudad. Libros de cuentos y poesía, de anécdotas, de folklore, de historias y leyendas o de historia sin más calificativo, novedosos o ya añejos, a la espera de que unas manos curiosas los saquen de su reposo. Libros en los que Salamanca se ofrece a sus admiradores mostrando todas sus caras sin más afeites que los que quisieron ponerle los autores.

Hoy, Día del Libro, rebuscaré entre novelas y "best-sellers" hasta encontrar esa joya desconocida en la que el brillo de una palabra me obligue a abrirla y ojearla, sabiendo de antemano que ya seré cautivo de sus guardas y que no me resistiré a tenerla en mis estantes para, después de leerla y releerla, saberla ahí, siempre dispuesta a mostrarme su interior.