La Hermandad del Amor y la Paz celebra el 25 aniversario de este desfile
En silencio, roto sólo por la música de réquiem y gregoriana, pasea por las calles más angostas del casco histórico de Salamanca una talla de Jesús yacente, el Cristo de la Liberación de la Hermandad del Amor y la Paz. Un desfile auténtico, original y recogido.
En la procesión de la noche del Sábado Santo se ven hasta cinco hábitos distintos. Los hermanos que abren el desfile con la cruz de guía y los que portan taboletas con pinturas representando distintas escenas de la pasión, visten el hábito del Jueves Santo con escapulario de arpillería en lugar del de lienzo.
A continuación las mujeres visten el traje charro de luto de ventioseno, con falda y blusa negras, medías de labor en blanco y zapato negro con hebilla plateada. Se completa con manto negro rematado en borla cubriendo la cabeza, llevando en la mano rosario y pañuelo blanco.
Los hombres llevan túnica de cola de paño negro, inspirada en la de los antiguos disciplinantes, con capucha y sandalias. Los componentes del coro de canto gregoriano visten hábito cisterciense de amplias mangas.
Obra realizada en 1988 por el imaginero cacereño residente en Salamanca Vicente Cid Pérez. Está realizada en una pasta de resina con alabastro policromada y presenta todo el realismo de un cuerpo humano recién torturado: agujeros de los clavos, pies y manos hinchados y heridas profundas en las rodillas. Desfila por primera vez el Sábado Santo 25 de marzo de 1989
Esta imagen de Cristo Yacente presenta al Señor tumbado, con la cabeza inclinada hacia la derecha, con gesto moribundo y de extremo dolor y con la mano derecha abierta, en actitud de apertura y perdón a todos los hombres antes de su muerte. Es portado a hombros por 30 hermanos en unas simples parihuelas de madera.