Cantando para exaltar la vocación misionera

El Festival en sí tuvo lugar por la tarde, pero los grupos de fuera de Miróbriga participantes en el evento llegaron a la ciudad a media mañana, siendo recibidos en la capilla del Seminario Diocesano por el Obispo de la Diócesis, Raúl Berzosa (quién mientras llegaban todos los grupos, se llevó a uno de ellos a que vieran la muralla).

Posteriormente, las 150 personas participantes en el evento, entre jóvenes y adultos, llevaron a cabo una serie de talleres en las Iglesias de la 3ª Orden, de San Pedro-San Isidoro y del Hospital de la Pasión. Para concluir el bloque matinal, el Obispo de la Diócesis Raúl Berzosa ofició una eucaristía en la Iglesia de San Pedro-San Isidoro.

Después de comer, fue momento para acudir a la Iglesia de San Agustín, donde tuvo lugar el Festival propiamente dicho, con la participación de un total de 8 grupos: 4 de Ciudad Rodrigo y 4 llegados de fuera.

En lo que se refiere a la representación local, estuvieron los jóvenes de la Parroquia de San Cristóbal, que interpretaron la canción Para este mundo (y que pese a ser sólo 5 integrantes, fueron los que pusieron la animación durante todo el Festival); el coro de la Parroquia de San Andrés, con la canción Cristo te necesita; los monitores del Grupo Antorcha del Colegio Misioneras de la Providencia, con Hagan misión sin fronteras; y los alumnos del Colegio Misioneras de la Provincia-Santa Teresa de Jesús, que interpretaron una pieza con el lema del Festival, Hagan lío misionero, compuesta por el Obispo Raúl Berzosa.

Mientras, llegados de fuera participaron el Colegio Teresianas de Salamanca, con la pieza Amigos de Jesús -fue el grupo con más participantes, un total de 55-; la Parroquia San Juan de Mata ? Padres Trinitarios de Salamanca, que ofrecieron la canción Yo les enviaré; el Colegio San Agustín de Salamanca, con La Aventura del Evangelio; y el Colegio Santa Isabel de Alba de Tormes, con el tema Un camino por descubrir. En referente a éste último grupo, este año no han podido contar con alumnos, siendo varias madres las que cantaron.

Todos los grupos fueron interpretando sus canciones, concluyendo el Festival con una valoración de todas ellas a cargo del Obispo Raúl Berzosa, aunque sin otorgarse premios de ningún tipo.

El Festival consistió en "una demostración de vocación misionera", como apuntó el párroco de San Andrés, Celso Martín Santos, que salió en un momento dado al 'escenario', junto al párroco de San Cristóbal, Rafael Caño, y a un representante de la Parroquia San Juan de Mata de Salamanca, Alejandro, para alabar la calidad de todos los grupos. Asimismo, también salieron a escena los responsables de los colegios participantes.

Como nota curiosa, hay que apuntar que durante todo el Festival estuvieron rodando entre los bancos de la Iglesia de San Agustín unos ovillos de lana, cada uno de un color, símbolos cada uno de ellos de uno de los continentes. Los ovillos se fueron deshaciendo, como simbología de la extensión del mensaje misionero por el mundo.