El parking de La Pesquera queda arrasado por la crecida

A primera hora de la mañana del jueves la Junta de Castilla y León procedió a desactivar la situación 1 de emergencia por riesgo de inundaciones provocadas por los ríos Águeda o Alagón. Esta situación llevaba vigente aproximadamente 24 horas, desde la media mañana del miércoles, cuando se rebajó el nivel 2 declarado inicialmente durante la madrugada previa. Evidentemente, la desactivación de la situación de emergencia responde a la bajada del caudal de los ríos.

Esa bajada ha llevado también consigo la desactivación del nivel de alerta en el que todavía permanecían. Según la información facilitada a media mañana del jueves por la Confederación Hidrográfica del Duero, los caudales siguen siendo "importantes" pero en todas las estaciones de aforo la tendencia es de "clara disminución", estando fuera todas ellas de la situación de alerta.

Según estos datos de la CHD, el río Águeda pasaba por Ciudad Rodrigo en la mañana del jueves a 300 metros cúbicos por segundo, frente a los 800 metros cúbicos que llegó a alcanzar en la noche del martes.

Mientras, el pantano del Águeda se encuentra aliviando agua a razón de 160 metros cúbicos por segundo, frente a los 718 del momento más crítico, en la noche del martes, cuando incluso se tuvo que liberar más agua del límite que tiene habitualmente el pantano (que es de 500 metros cúbicos). En lo que respecta a la presa de Irueña, en la mañana del jueves aliviaba agua a razón de 110 metros cúbicos por segundo (su tope durante estos días fueron 300 metros cúbicos).

Esta bajada del caudal se puede comprobar fácilmente en Ciudad Rodrigo, donde vuelven a quedar visibles espacios que quedaron anegados por las aguas en las últimas horas, como por ejemplo, la entrada al Hotel Molino del Águeda. En la mañana del jueves ya se podía entrar andando a la instalación, donde sus propietarios se afanaban en limpiar toda la planta baja, donde entró el agua (los muebles y electrodomésticos se salvaron ya que los subieron a las plantas superiores).

Hasta el lugar se acercó a última hora de la mañana del jueves una señora que explicaba que, con apenas 9 años, vivió en ese mismo lugar una de las grandes crecidas del Águeda, la del año 1929, salvando la vida de milagro, pero quedando las propiedades de su familia arrasadas.

Mientras, en la zona del Puente Mayor se puede ver claramente la bajada del nivel del río de un día para otro, presentando ya casi un estado 'normal' en comparación a cómo ha venido bajando el Águeda en las últimas semanas.

El descenso del caudal permite ver los efectos de la crecida, por ejemplo, en toda la zona de El Picón. Todos los bancos y árboles de esa isla tienen enganchados ramas, e incluso algún tronco de considerable tamaño. A nivel de destrozos, en El Picón en sí únicamente hay que contabilizar que el agua llegó a arrancar una de las mesas. Mientras, en el Canal de La Concha dos operarias estuvieron trabajando toda la mañana del jueves para retirar las ramas, troncos y otros restos de basura allí acumulados.

El principal efecto de la crecida se encuentra en el vecino parking de La Pesquera, estrenado en el verano de 2013 y que ha quedado arrasado por la crecida. Así, como se puede ver en las imágenes, el agua logró arrancar las dos vallas laterales de madera, que quedaron atrapadas entre los árboles (aunque se podía ver un trozo similar a esas barreras junto al Hotel Molino del Águeda).

En lo referente al suelo, que tenía una mezcla especial para evitar que se levantara polvo (el producto en sí y su aplicación costaron, recordemos, 21.738?, IVA incluido), ha quedado totalmente destrozado, con 'partes' arrancadas. Asimismo, el agua se ha llevado unos cuantos de los listones que delimitaban las plazas de aparcamiento. Por último, todos los árboles del parking han perdido la verticalidad, aunque el agua apenas se consiguió llevar algunos.