Jueves, 09 de mayo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Equi erotici
X

Equi erotici

Actualizado 13/03/2014
Pablo Pascual Villoria

Una de las riquezas del medioevo fue su empeño pedagógico desde el artelas arte. En la sociedad mayoritariamente analfabeta en la que surgió la escalera del Estudio de Salamanca, ésta como otras obras artísticas no cejaban en el empeño de promover la cultura. El estudiante, ávido de conocimiento de las verdades y de la Verdad, que tal es la misión de la Universidad, rebasado su umbral podía sumirse en la historia que narra la escalera; una historia tan familiar al estudiante ayer y hoy.

Si nos situamos en el segundo tramo de la escalera extraeremos una interesante antropología de los sexos. La Universidad a través de la obra de Holkot alerta desde mediados del XIV sobre el amor fatuo. En nuestro caso el amor fatuo viene de la mano de dos equi erotici. Los recursos alegóricos en este tramo son múltiples. A la izquierda del espectador un varón cabalga a horcajadas sobre la mujer y a la derecha una mujer sobre un hombre. Simultáneamente, la izquierda un arquero que dispara sobre un hombre que huye con garrote rústico y arriba, una abeja que liba la flor. A la derecha un hombre desnudo intenta golpear con su garrote a alguien que se esconde entre las hojas y, arriba, al lado de la flor se divisa una araña. Laboriosa y rica la abeja; trampa, red y ponzoña, la araña. De nuevo hace su aparación lo noble y lo innoble, la dualidad, el libre albedrío. La doma de las pasiones se hace inexcusable para proseguir escalera arriba; se precisa una inteligencia emocional par no caer en el amor fatuo que la moderna psicología sigue considerando junto al amor romántico y al de apego para constituir el amor humano (G. Zapiaín).

Si en el hombre predominan los apetitos del cuerpo (su pasión predominante es la lujuria), en la mujer su desequilibrio proviene del alma: más dada a la vanidad, la ambición, el deseo de ser considerada. Con ella dominadora y con él lujurioso se debilita el vínculo amoroso que, de no ser sanado, hace imposible su amistad (R. Allers). Esas pasiones matan el amor. Fue Eva la tentada, no Adán. Para Eva la ciencia del bien y del mal, la usurpación de la divinidad. Eva da de comer luego a Adán, atiende a su corporeidad, a su instintividad, le enfanga. Toma así el dominio del varón, que reducido a macho, desaparece como líder espiritual digno de ser obedecido. Determinados feminismos acaban promoviendo que el hombre se hunda en la lujuria ante el espectáculo de la mujer objeto. El remedio aparece en la carta a los Efesios: para el hombre: "muere por ella" y para la mujer: "obedece a tu esposo". Las pasiones nos hacen incapaces de la entrega. El amor es de natural sacrificado, el instinto lo desconoce. Será la olvidada castidad la que logre la saludable sexualidad oblativa.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...