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Música y números
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Música y números

Actualizado 27/02/2014
Víctor Hernández

Los números y la música lo tienen todo en común en cuanto a proporciones se refiere. Ya en el siglo IV a. C. se conocía el funcionamiento de las cuerdas vibrantes y fue en la Antigüedad Clásica cuando se descubrió que existían ciertas proporciones entre longitudes de cuerdas. Pitágoras tenía una visión filosófica que comenzaba y terminaba en los números. El tetrakto (número divino) era el número 10, ya que consistía en la suma de los cuatro primeros números enteros (1+2+3+4). Esto lo relacionó con la música, estableciendo que las distancias entre las orbitas del Sol, la Luna y las estrellas fijas, más lo que denominaba la "anti-Tierra", correspondían con nueve orbitas o esferas a relación de intervalos armónicos de octava, quinta y cuarta, poniendo su máxima atención en los acordes celestes del universo y en la "armonía de las esferas". Para él los números eran la medida de todas las cosas y su cosmovisión era la organización y constitución del universo como un todo. Observando las múltiples relaciones que pueden tener los números entre sí, encontró relaciones "armoniosas", que tenían que ver con los fenómenos del universo y para él y sus discípulos, esto constituía los principios absolutos del conocimiento. A pesar de que no poseemos documentos que acrediten la autoría de los descubrimientos que se le adjudican a Pitágoras, parece haber consenso en cuanto al descubrimiento de las relaciones aritméticas de la escala musical y la invención del monocordio, con el cual experimentó proporciones musicales que le hicieron concluir que la altura del sonido es inversamente proporcional a la longitud de la cuerda. Los pitagóricos terminaron por concretar que todos los modos de la armonía musical y las relaciones que la componen se resuelven con números proporcionales. La afinación pitagórica también fue el principio de la afinación que conocemos hoy en día, a pesar de que los cálculos de las medias para generar intervalos (la media aritmética, la media geométrica y la media armónica) daba una afinación que realmente no era práctica ya que algunos intervalos, como el que hay entre Re y La, no llegaban a ser una quinta justa, sino que faltaba una proporción llamada "comma sintónica" y que se mejorará con estudios posteriores de Ptolomeo y Salinas en el siglo XVI. Para los pitagóricos, la música poseía un valor ético y medicinal, dándole gran importancia en la educación de los más jóvenes. La música conecta con el placer de los seres humanos y a la vez con el alma, porque la música imita a la naturaleza y mediante ella, se podía sanar los rasgos de carácter y las pasiones de los hombres. Todas estas ideas de innegable belleza estética, siguen estando de moda hoy en día e interrelacionadas entre sí, como se ha demostrado en algunos experimentos realizados a niños de entre 4 y 6 años. Los estudios llevados a cabo por la Universidad de McMaster en Hamilton (Canadá), consistieron en hacer dos grupos de niños, uno que recibió clases musicales según el método Suzuki, y otro que no recibió ningún tipo de educación musical. En el año que duró el experimento, los chequeos consistieron en medir la actividad cerebral de los pequeños mientras escuchaban dos tipos diferentes de música. Los niños que realizaron los estudios musicales, evidenciaron desde una fase muy temprana del experimento, una mayor capacidad de memorización de series de números, de melodías y una mayor sensibilidad a instrumentos como el violín. Los resultados del grupo de niños que se iniciaron en métodos musicales fueron muy favorables, y se constató un aprendizaje más rápido de la lectura, la escritura y las matemáticas, lo que mostró lo importante que debería ser que el aprendizaje musical (como ya adelantó Pitágoras), forme parte de las enseñanzas primarias. Otras investigaciones anteriores demostraron que los estudios musicales son favorables para el coeficiente intelectual a edades más avanzadas y estudios más recientes con bebés han demostrado una mejora en la comunicación y reacciones del cerebro más sofisticadas.

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