Hace muy poquito me preguntaban por qué me gusta tanto el Melodifestivalen si vivo en el otro extremo de Europa. Pues por un motivo claro, todos, absolutamente todos los países participantes en Eurovision han ido modificando sin descanso sus fórmulas para elegir su representante en el ESC. Todos salvo Suecia. 53 ediciones ininterrumpidas del Melodifestivalen a la espalda, es casi tan viejo como el propio Eurovision y su formato ha cambiado lo suficientemente poco como para ser un referente en lo que a concursos musicales se refiere.
Cariñosamente apodado Melfest, no es solo el programa no-deportivo más visto de Suecia, sino que durante las seis semanas de emisión en la televisión sueca se convierte en lo más comentado en las redes sociales. Audiencias de casi el 40% demuestran que para los suecos es un evento especial.
El Melodifestivalen viaja a lo largo y ancho de todo el país en sus 6 galas. Desde ciudades más alejadas como Skellefteå, Umea, Östersund o Kiruna, hasta las tres grandes capitales suecas: Malmö, Göteborg y Estocolmo. La infraestructura que mueve el festival a través del país es impresionante. La cantidad de público capaz de reunir en cada una de sus galas es envidiable para cualquier otra producción de la televisión europea (guiño-guiño a RTVE). Solo hay que mirar las últimas sedes y hacer números:
Malmö Arena: 15.000 personas
Scandinavium de Göteborg: 12.000 personas
Friends Arena de Stockholm: 65.000 personas ¡65.000 personas!
No es moco de pavo. Llevo años siguiendo las seis semanas de Melfest por la web de la SVT y todavía no he visto "una calva" entre la multitud de ferviente público que aplaude y agita globos de colores como posesos. Lo admito, si estuviera ahí también lo haría. Es como una peregrinación que todo sueco debe hacer una vez en la vida. Y no solo suecos. Desde hace años, el Melodifestivalen es seguido más allá de las fronteras suecas. La presencia de los jurados internacionales prueba el interés que suscita. Se ha convertido en paso obligado de todo artista sueco que se precie, cada año lanza a la fama a nuevas promesas y devuelve al candelero tanto a aquellos que buscan otra oportunidad como a esos artistas consagrados sin reparo en luchar de nuevo por un puesto en Europa. Carola, Lena Philipsson, Charlotte Perelli, Alcazar, Afro-dite, Martin Stenmarck, Eric Saade, One More Time, Timoteij, Agnes? ¡ABBA! Del Melodifestivalen salió Loreen y arrasó Europa. ¿Recuerdan a Helena Paparizou, la griega que ganó Eurovision hace unos años? Allí estará, al otro lado de Europa. La semana pasada anunciaban las fechas completas de la edición de este año, con nuevos presentadores, bailarines y diseño del escenario. Nour El-Refai y Anders Jansson serán los anfitriones de este gran festival. ¿Superarán las sorpresas y el buen hacer de Danny Saucedo y Gina Dirawi?¿Echaremos (aún más) de menos a Petra Mede?
El Melodifestivalen ha sido y es la mejor y mayor escuela en materia de producciones musicales. Y han aprendido bien. Malmö 2013 es la prueba. ¡Como para no tener un ojo puesto en el Melfest! Si no os asusta demasiado que los presentadores hablen en sueco y le dais una oportunidad a una de las mayores y mejores producciones de la tele sueca, tenéis una cita el sábado 1 a las 20:00 (CET) desde el Malmö Arena: http://www.svt.se/melodifestivalen/
Agárrense señores, esto empieza ya.
Jag är redo. Sverige är redo.
Nu kör vi!