Es una etapa en la que es difícil hablar aportando algo diferente. Así es que presentaremos algunas plantas que tienen un significado paradógico y decorativo en la Navidad.
El muérdago (Viscum album), planta semiparásita que nos invita en la Navidad a darnos un beso debajo de su presencia en forma de adorno y desearnos suerte. Veinticinco de sus frutos te pueden causar la muerte, pero en prescripción adecuada se usa contra tumores malignos y es antiinflamatorio.
Acebo (Ilex aquifolium), arbolillo dioico cuya hembra tiene unos bonitos frutos rojos gustosos para el urogallo. En flores de Bach, usadas para la psicología y los males del alma, holly como se llama en inglés se emplea para apartar los celos y todo aquello que nos aleja del amor universal.
Otras famosas serían el abeto rojo (Picea abies) y la flor de pascua, estrella de Navidad o poinsetia (Euphorbia pulcherrima), con sus hermosas brácteas rojas.
La Navidad de cada uno
El consumismo, la sensibilidad pasajera, la discriminación, la injusticia y la desigualdad de oportunidades no se nos pueden olvidar estas fechas. Pero tampoco debemos ensañarnos con lo que en su origen es Sagrado y valioso para muchos. El mensaje de renovarse y volver a nacer, que anuncia un niño desde un pesebre pobre con su familia, no hace daño a nadie.
Creer en seguir la buena estrella, los Reyes Magos y el sentido religioso que nos impulsa a querer hacer el bien al prójimo no debe ofender a aquellos que reniegan y maldicen sin proponer otra vida más solidaria construyendo y compartiendo con los más necesitados.
No justifiquemos el malhumor y el egoísmo personal. Que cada uno coja de la Navidad lo que pueda o lo que le regalen y que procuremos ser mejores personas independientemente de lo que hagan los demás.
No exaltemos los espíritus lejanos de Oriente, del budismo, etc, renegando de nuestra cultura. Vivido en profundidad todo tiene su lado bueno y tanto en Oriente como en Occidente se han prostituido mensajes e historias que buscan la felicidad para los habitantes de un planeta permanentemente castigado.