Robledo denuncia el “desmembramiento” del Museo Textil y pide su reunificación

La que fuera concejal de Cultura del Ayuntamiento de Lumbrales (1995-1999), además de actual presidenta de la Asociación de Mujeres 'Villa de Lumbrales', Teruqui Robledo, ha manifestado a este diario sus críticas hacia el Consistorio por permitir el "desmembramiento" del Museo Textil, elemento representativo como pocos del patrimonio histórico y cultural de Lumbrales y del que Robledo fue su principal impulsora.

La denuncia que Robledo realiza de manera personal se estriba en la separación de algunas de las piezas más importantes que presentaba el Museo desde su inauguración en el año 1999, desde entonces alojado en el bajo del Hogar del Jubilado. La rehabilitación de la Casa de los Condes llevada a cabo por la Diputación Provincial el año pasado y hoy convertida en el Centro de Recepción de Visitantes del Territorio Vetón se convirtió en una buena oportunidad para dar a este espacio el lugar que le corresponde, aunque para sorpresa de su promotora, sucedió todo lo contrario.

Un telar del siglo XIX, auténtica joya que fue adquirida a un particular por el Ayuntamiento para que presidiera el Museo, un torno y un rodillero fueron los únicos elementos trasladados a su nueva ubicación en la Casa de los Condes, en un espacio reducido, de escasa luz y solo adecuado para la proyección de un audiovisual en el que, además, "el personaje que sale en el vídeo es totalmente ajeno a Lumbrales", por lo que para Robledo el lugar carece del contexto necesario que refleje la realidad histórica de la villa en el sector textil, industria que cobró gran auge a partir de mediados del siglo XVIII y hasta mediados del siglo XX, con más de 150 telares y 500 personas empleadas.

Otras piezas que han dado vida al Museo en estos 14 años y que han quedado relegadas, también, a un segundo plano en el Hogar del Jubilado lo constituyen una interesante colección de fotografías históricas, una serie cuadros con textos explicativos sobre cada uno de los elementos expuestos, varios maniquíes vestidos con atuendos de la época de oro del sector textil en la villa (siglo XIX) y distintos artilugios empleados en la fabricación de mantas, colchas, alforjas, costales y otras prendas de uso doméstico, además de varias de estas prendas, entre ellas una manta confeccionada en el año 1849.

"El espacio que se recreó escenificaba todas y cada una de las fases de transformación de la lana, desde el cardado tras la motila a la fabricación de prendas, además de varios artilugios que se usaban para su confección, incluso aquí se tejió el lino para hacer piezas de ajuar", añade Robledo.

Valor histórico y sentimental

Y este es el hecho que denuncia Robledo, la falta de sensibilidad del Ayuntamiento hacia el legado de generaciones anteriores y que marcaron la historia de la villa, el consentimiento de sus responsables a que se haya roto uno de los elementos que identifican su patrimonio cultural. Según esta, "todos saben de qué lado estoy, fui concejal del PP en dos legislaturas, 1995-1999 y 2003-2007, y mi único objetivo con esta crítica es que se comprenda de la importancia de este Museo y se le conceda de una vez para siempre el espacio que merece".

Porque además del carácter histórico y cultural, "para muchas personas tiene un gran valor sentimental o emocional, bien por haber contribuido aportando piezas o fotografías, bien porque su pasado o el de su familia estuvo ligado a la industria textil; y ahora esos valores y connotaciones se han visto agredidos con la devaluación del Museo", añadió.

"El trato mostrado a este referente histórico de Lumbrales ha sido ofensivo", unas manifestaciones que Robledo argumenta en dos hechos concretos: la ausencia de referencia alguna al Museo Textil en el panel explicativo del contenido de la Casa de los Condes, y que permanece colocado a su entrada, y la falta de un apoyo explícito a la memoria presentada en el año 2012 por la Asociación de Mujeres, iniciativa por la que pedían que una de las dependencias de la Casa de los Condes se habilitara como Museo.

La ausencia de referencia alguna al Museo en la Casa de los Condes, lejos de ser un hecho superfluo, "pone de manifiesto que nunca estuvo en la mente del técnico de la Diputación conceder importancia al Museo", por otra parte una valoración que han compartido la mayoría de los responsables municipales desde que fuera creado.

El Museo Textil ha permanecido siempre cerrado, abandonado a su suerte, "solo se abría al público cuando coincidía con alguna otra exposición". Robledo recuerda que la única actuación de la que ha sido objeto tuvo lugar en la legislatura 2003-2007 y esta hizo referencia a una "restauración para evitar la carcoma, pero desde un inicio ha permanecido cerrado".

Búsqueda del compromiso del Ayuntamiento

En cuanto al proyecto para adecuar un espacio en una de las dependencias anejas en el patio de la Casa de los Condes, la Asociación de Mujeres presentó su memoria a un concurso de una entidad financiera que finalmente no fue seleccionado para su financiación. Este anteproyecto está valorado en 3.600 euros y contaba entonces con el apoyo del Ayuntamiento para su ejecución.

Tras que fuera rechazado, Robledo propuso al Ayuntamiento su ejecución, una solicitud que ha encontrado distintas "evasivas", todas en el mismo sentido, "siempre hay otras prioridades", y se opta por dejar en un segundo plano dotar al Museo de un espacio propio para que su contenido refleje la importancia que la industrial textil cobró en Lumbrales a lo largo de más de 200 años.

Para Robledo, con la restauración de la Casa de los Condes se desaprovechó una oportunidad única para crear ese espacio, "porque 400.000 euros de presupuesto hubieran dado de sobra para lo que se ha hecho y haber incluido el Museo en una de las dependencias del patio", una obra que critica por sus resultados, además de haber propiciado el desmantelamiento, de construcción reciente, del Centro de Recepción de Visitantes de la Ruta de Fortificaciones de Frontera.

Esta crítica la argumenta con dos hechos concretos, el primero un tanto anecdótico pero no por ello menos significativo, como resulta la gran caja de contadores que preside la fachada principal del edificio, "parece que no había otro lugar posible para ponerla", sentencia; y el segundo, la ausencia de un pequeño ascensor "que permita a personas con movilidad reducida el acceso a la planta superior", a lo que añade el nuevo machón de piedra que pone límite a la fachada y que desentona sobre el resto del conjunto arquitectónico con remates vistos de piedra pulida.

En cualquier caso, Teruqui Robledo pretende que su crítica, personal, se entienda como "constructiva", porque "el único objetivo que me mueve a realizarla como vecina de Lumbrales es que se tome conciencia de la situación en la que se encuentra actualmente el Museo".

A partir de este momento, como presidenta de la Asociación de Mujeres, ha anunciado a este diario que solicitará al Ayuntamiento que "ante la obligación de atender cuestiones más prioritarias y la escasez de recursos económicos", este solicite a la Diputación la ayuda económica necesaria para adecuar una de las dependencias anejas situadas en el patio de la Casa de los Condes, obra que según las estimaciones reflejadas en la memoria, confeccionada en 2012 por un profesional cualificado, no sobrepasará los 4.000 euros.

"El objetivo es trasladar allí el Museo al completo para que no se devalúe y que sirva como elemento didáctico para jóvenes y todos aquellos interesados en la historia y la cultura de Lumbrales, porque esos fueron los objetivos que impulsaron su creación", concluyó.