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Así será tras su reforma la Plaza de Amayuelas, con un ‘foso’ propio, más cipreses y sin...
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CIUDAD RODRIGO , REFORMA

Así será tras su reforma la Plaza de Amayuelas, con un ‘foso’ propio, más cipreses y sin...

Actualizado 18/06/2021
David Rodríguez

Se va a mover la escalera de acceso a la muralla y se reorientará hacia la muralla la cruz que hay en la zona ajardinada

Hasta el próximo miércoles 23 está abierto el plazo de presentación de ofertas por parte de empresas para quedarse con el contrato de ejecución de la 1ª fase de la ambiciosa reforma que el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo quiere llevar a cabo en la Plaza de Amayuelas. Como filosofía de esta reforma (dividida en 2 fases en total), se quiere "revertir su actual carácter de espacio residual y en desuso, mediante su recuperación espacial, funcional y simbólica", "reinsertándola de nuevo en la memoria colectiva activando su papel como espacio de presentación de la ciudad, de interpretación de su pasado y de estancia privilegiado".

En este sentido, uno de los objetivos principales de esta reforma es realzar su importancia durante la Guerra de la Independencia, ya que fue el lugar por donde entraron las tropas inglesas en enero de 1812 para liberar la ciudad del asedio francés, lo que a día de hoy apenas se señaliza con un par de placas en el lienzo de la muralla. A este olvido histórico de la 'Brecha Pequeña' se une que el estado actual de la Plaza de Amayuelas "no está a la altura de su condición de espacio de presentación del conjunto monumental y de inicio de la visita a la ciudad".

Según se señala en el proyecto, el problema de salida de la Plazuela es la "desolación" de su mitad derecha, es decir, del espacio comprendido entre la zona ajardinada y el lienzo de la muralla, que quedó desierto tras el derribo de las casas que hubo en su día adosadas al lienzo de la muralla (con motivo de Las Edades del Hombre se instaló en ese punto una pasarela de madera que se acabó por retirar por su mal estado, quedando desde entonces el espacio repleto de "elementos inconexos": la escalera a la muralla, farolas, grava...). El derribo de esas casas dejó asimismo "sin sentido" la organización del ajardinamiento, ya que dejó de estar centrado en la Plaza.

De este modo, una de las claves de la reforma va a ser 'rellenar' el espacio vacío aprovechando la zona ajardinada, que abandonará su "ordenación cerrada y ensimismada", y se extenderá hasta el lienzo de la muralla, principalmente mediante la plantación de 6 nuevos cipreses (visto desde arriba, los cipreses conformarán una 'U', siendo el espacio abierto el lienzo de la muralla). En esta reordenación se reaprovecharán los 7 pináculos existentes en el ajardinamiento (dos de ellos sí se desplazarán) y se tallará uno nuevo en piedra de Ciudad Rodrigo. Además, se sustituirá todo el seto de boj existente en la actualidad.

Dentro de ese objetivo de que el jardín recupere su "papel dominante original" en la Plaza, se va a reorientar la cruz conmemorativa instalada en su centro, que va a pasar a mirar hacia la muralla, en concreto a la placa de bronce situada en su lienzo. Mientras tanto, la otra placa que hay actualmente en el lienzo, de mármol blanco, se va a situar a los pies de la cruz. Con ese 'enfrentamiento' de las placas (ambas alusivas a la Guerra de la Independencia) se creará un "eje procesional descendente que servirá de marco a las ofrendas florales que periódicamente se celebran al pie de la muralla". Respecto a la cruz, será restaurada (en un taller), reponiéndose los elementos perdidos (angelotes tenantes, farolillos, ménsulas de forja y flores de azucena), y quedando como en una "plazoleta", con losas de granito y franqueada por dos bancos de madera y metal.

La zona ajardinada ampliada llegará hasta las inmediaciones del lienzo de la muralla, a cuyos pies se va a crear, como gran novedad de la reforma, un 'foso' cuya base será vegetación tapizante. Ese foso estará delimitado por un borde quebrado de bloques irregulares, de "forma expresionista y disposición dislocada" (con aristas agresivas, texturas contrapuestas, superficie rugosa, tonos ocres, etc.) para evocar "la apertura de la Brecha y la violenta rotura del muro defensivo".

Según se explica en el proyecto, los volúmenes de hormigón emergerán del espacio verde y se apoyarán sobre la superficie de la plaza. En la base de los bloques hacia el foso se plantarán matas de hiedra japonesa, que en otoño se teñirán de rojo "de modo que se complete la representación de la hazaña bélica con todo su dramatismo y color", configurando todo el conjunto una recreación del "espacio de batalla".

De entre esos bloques irregulares saldrá una pequeña escalera hacia el foso (a los pies de la placa de bronce del lienzo de la muralla), con lo cual se unirá la cota de la plaza, "que representa el presente", con el foso "que remite al pasado". El pavimento que se desplegará sobre el suelo en ese tramo también tendrá como finalidad "reforzar la imagen de la violencia sufrida por este lugar". Además, esos bloques irregulares servirán como bancos con los que se le quiere devolver a la Plaza su carácter de "espacio estancial y de acogida" que hoy no tiene.

También en lo que a la muralla se refiere, se ha decidido mover de sitio la escalera metálica que da acceso a la misma, situándola por detrás de lo que actualmente tapa: los restos del muro de cerramiento de la construcción que delimitaba el rincón norte de la plaza, en su unión con el pequeño espacio triangular que hay entre el Claustro de la Catedral y la muralla. El proyecto recoge que esos restos del muro se van a hacer recrecer "ligeramente", además de señalizar en el suelo la traza del tramo frontal perdido. Ese pequeño triángulo quedará delimitado por una celosía metálica quebrada, que servirá de barandilla de la escalera, cuya entrada a la muralla será diferente a la actual, que quedará como "un balcón mirador sobre la Plaza".

Como complemento, se han decidido suprimir los espacios de aparcamiento (caben tres vehículos de tamaño 'normal') situados a los pies de la Plazuela, con la finalidad de "recuperar la relación directa con la calle, hoy interrumpida por los aparcamientos", que además, "interfieren negativamente en la percepción de la condición monumental" del espacio, "degradando la imagen al generar una barrera visual". En este sentido, se extenderá la acera haciendo continuo el bordillo y repavimentando a nivel el espacio de aparcamiento actual. Dentro de esta parte de la intervención, se ajustará el jardín localizado a los pies del monumento a Fernando II.

Además, como no podía ser de otra forma dentro de esta amplia reforma, se renovarán los sistemas de riego automático, y el alumbrado monumental y del espacio público. La memoria completa de actuaciones previstas (que incluye una amplia recopilación de fotografías tanto antiguas como actuales), se puede encontrar aquí: https://contrataciondelestado.es/wps/wcm/connect/38c477e1-b6a0-4e52-bde4-37bf9243478a/DOC20210603083946Proyecto+Amayuelas.pdf?MOD=AJPERES.