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La Parroquia de San Cristóbal honra a la Virgen de los Remedios aunque sin poderla procesionar
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CIUDAD RODRIGO , RELIGIÓN

La Parroquia de San Cristóbal honra a la Virgen de los Remedios aunque sin poderla procesionar

Actualizado 02/05/2021
David Rodríguez

Como acto principal de veneración, los fieles asistentes a las misas dominicales hicieron una reverencia a la imagen de la Virgen

Además de ser el Día de la Madre, el primer domingo del mes de mayo es sinónimo de fiesta en la Parroquia de San Cristóbal de Ciudad Rodrigo debido a la celebración principal en honor a la Bienaventurada Virgen de los Remedios, a la que se ha venido honrando desde el pasado sábado 24 de abril, jornada en la que comenzó una novena que se ha desarrollado cada día en el marco de la misa de la tarde en la Parroquia.

Como es tradición en la jornada final de los actos, la novena tuvo lugar en el marco de las dos misas dominicales de la Parroquia (la primera a las 11.30 horas, presidida por el párroco, Rafael Caño, y la segunda a las 12.30 horas presidida por Domingo Peinado, colaborador de la Parroquia), que este año no pudieron venir acompañadas de la tradicional procesión de la imagen de la Virgen por las calles del barrio de San Cristóbal por culpa de la pandemia del coronavirus.

En su lugar, lo que se hizo a la conclusión de cada una de esas dos misas -animadas por sendos coros- fue realizar un acto de veneración a la imagen de la Virgen dentro del propio templo. En este sentido, la mayor parte de los fieles asistentes a cada una de las misas pasaron por delante de la imagen (colocada en una mesa a los pies del altar) para hacerle una reverencia inclinando la cabeza. En ese momento, los fieles recibieron una estampa de la imagen de la Virgen con una oración en su parte trasera.

Estas estampas fueron repartidas por las cuatro mujeres que han ejercido como mayordomas de la Virgen de los Remedios en este 2021: María del Carmen Pereña, Inmaculada Corral Vallejo, Margarita García Bautista y Eugenia Calderero Gallego. Como es tradición, las mayordomas se hicieron una foto acompañadas del párroco delante de la imagen de la Virgen (algo que también hicieron algunas fieles más), que estaba engalanada con numerosas flores.