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Cómo elegir un buen proyector de vídeo
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Tecnología de imagen

Cómo elegir un buen proyector de vídeo

Actualizado 29/07/2020
Sara Domínguez

El mercado ofrece, a grandes rasgos, tres tipos de tecnologías: LCD, DLP y LCoS. Los proyectores que incorporan tecnología LCD son los más simples, en ellos la luz blanca de la imagen se divide en los tres colores primarios (rojo, verde y azul)

Los proyectores de vídeo ya no son solo esos dispositivos para uso profesional. En las empresas y los centros educativos es habitual encontrar aparatos de este tipo para proyectar presentaciones de todo tipo.

Sin embargo, la evolución tecnológica y los cambios en los hábitos de consumo, especialmente en el entretenimiento, ha propiciado que los proyectores aparezcan como un dispositivo más en casa para disfrutar de series y películas. Cada vez más gente opta por hacer un consumo diferente de televisión. La sociedad actual ya no es tan fiel a los programas de la parrilla tradicional, sino que acude a contenidos en streaming, televisión por internet y emisiones a la carta.

En este nuevo escenario juegan un papel importante los televisores inteligentes y los proyectores domésticos. Cuando optamos por adquirir uno de estos últimos debemos tener en cuenta cuáles son sus características, y es justo lo que proponemos hoy, cuáles son los aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir un proyector.

La tecnología de imagen

El mercado ofrece, a grandes rasgos, tres tipos de tecnologías: LCD, DLP y LCoS. Los proyectores que incorporan tecnología LCD son los más simples, en ellos la luz blanca de la imagen se divide en los tres colores primarios (rojo, verde y azul). La imagen pasa a través de tres pantallas para ofrecer sistemas de color reconocible. Los colores son vivos, de alta calidad y muy naturales. La vida media de sus lámparas oscila entre las 2.000 y las 4.000 horas. A nivel doméstico son los más habituales.

Un poco más complejos son los proyectores DLP. Estos exigen un menor grado de mantenimiento y son capaces de proyectar imágenes porque contienen una estructura de finos espejos que evita que no se perciban puntos. Su vida útil es más larga pero precisan un chip tipo DMP (Digital Micromirror Devices) que es el que permite que la luz atraviese el proyector y se refleje en la pantalla.

Por último, los proyectores LCoS son los más complejos y son una combinación de LCD y DLP. Todas estas tecnologías están plenamente integradas en el mercado y cada una de ellas ofrece distintos aspectos positivos. Así, los proyectores LCS ofrecen colores muy naturales, los que se sirven de tecnología DLP ofrecen un buen contraste y mucha nitidez, además de mucho brillo. La tecnología LCoS intenta minimizar los aspectos más endebles de LCD y DLP y potenciar sus puntos fuertes.

La resolución, el número de píxeles

El píxel es la menor unidad homogénea en color que forma parte de una imagen digital. A mayor número de píxeles, más capacidad para ofrecer imágenes nítidas que parecen un conjunto global. Esto mide la resolución, que es el número de píxeles en las líneas horizontales y verticales que puede mostrar una pantalla.

La definición de una imagen viene determinada por su resolución. Existen diferentes tipos de resoluciones: Full HD, UHD y 4K son las más comunes y demandadas en la actualidad, si bien para determinar este aspecto es también importante considerar el tamaño de la pantalla para elegir la más adecuada.

Los chicos de www.miproyector.com te ayudarán en su elección, expertos en proyectores, vídeo y sonido, su consejo puede ser de gran ayuda para decantarse por dispositivos con mayor o menor resolución.

El tipo de conexión

Resolución y tecnología de imagen son los parámetros técnicos más importantes, pero no debemos olvidar otro de gran relevancia como es la conexión. Dependiendo de este aspecto podremos conectar el proyector a determinados dispositivos.

Las conexiones más comunes son HDMI, S-video y VGA. Todas ellas facilitan su uso con ordenadores portátiles y móviles. Otra opción es que el proyector se conecte a través de puertos USB, con lectores de tarjetas o incluso con conexiones inalámbricas sin cableados. Las conexiones digitales son más recomendables que las inalámbricas, pues ofrecen una transmisión de audio y de vídeo de mayor calidad.

La fuente de luz

Este parámetro hace referencia a la lámpara que permite generar la luz que hay que enviar hasta la pantalla de protección. Las lámparas de gas de alta presión, de mercurio o Xenon, son las más frecuentes entre los modelos más económicos. Ofrecen una potente vida útil, de hasta 5.000 horas, y una luminosidad de entre 1.000 y 2.000 lúmenes que se va degradando con el tiempo.

Otra opción son los proyectores con fuente de emisión de luz LED, que tienen una mayor vida útil, se degradan menos, consumen poco y son habituales para uso profesional. Por último aparecen también las fuentes de luz láser, que ofrecen 5.000 lúmenes de luminosidad, una vida útil de hasta 25.000 horas y una potente calidad de imagen.

Valorar todos estos parámetros es clave para hacerse con un buen proyector. Hoy en día, prácticamente todos los modelos están equipados tecnológicamente para ofrecer grandes prestaciones, de ahí la complejidad en la elección.

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