La Diócesis de Ciudad Rodrigo crea un Fondo de Solidaridad dotado con 75.000€ de salida
El objetivo es echar una mano a las familias del territorio civitatense que sufran situaciones de carestía por culpa del coronavirus
La Diócesis de Ciudad Rodrigo anunció en la mañana del Jueves Santo la creación de un Fondo Diocesano de Solidaridad, para echar una mano a aquellas familias del territorio civitatense que sufran situaciones de carestía económica por culpa del coronavirus.
La iniciativa de la creación de este Fondo ha sido del Administrador Apostólico de la Diócesis, Jesús García Burillo, y tiene como finalidad cubrir las necesidades básicas de aquellos que lo precisen, ayudar a familias con dificultades por ejemplo en materia de servicios básicos o estudios, e incluso prestar apoyo a pequeños negocios que vayan a sufrir de forma directa el impacto de la crisis.
Este novedoso Fondo Diocesano ?que complementará las acciones que llevan a cabo Cáritas Diocesana y las Conferencias de San Vicente de Paúl- cuenta de salida con 75.000? aportados por el Obispado de Ciudad Rodrigo. Más adelante, habrá aportaciones de todos los sacerdotes de la Diócesis, y cuando las condiciones lo permitan, se invitará a todos los miembros de la comunidad diocesana a que también hagan contribuciones a este Fondo.
De momento, se han consignado 75.000? de recursos propios de la Diócesis para que, nada más se supere la situación de confinamiento domiciliario, ya se pueda empezar a echar una mano a todos aquellos que tengan dificultades.
Para supervisar este Fondo, la Diócesis va a crear una Comisión de seguimiento, presidida por Jesús García Burillo e integrada inicialmente por el ecónomo diocesano (Fernando Sánchez Tendero), un representante de Cáritas Diocesana, otro de las Conferencias de San Vicente de Paúl y un asesor jurídico, pudiéndose incorporar ocasionalmente otros miembros según las necesidades surgidas.
El Administrador Apostólico, Jesús García Burillo, explica que, viendo la realidad social, esta iniciativa es "necesaria" como signo de solidaridad, siendo asimismo "un testimonio de amor de Cristo que nos impulsa a entregarnos plenamente a los demás".