APCRA muestra su gran malestar por lo que se encontró y se decidió en el Consejo Provincial de...

El Consejo de Pesca Provincial de Salamanca celebró el pasado martes una Reunión Ordinaria a la que asistió la Asociación de Pescadores de la Cuenca del Río Águeda (APCRA), que ha dado a conocer los asuntos tratados en el Consejo, que comenzó con sorpresa, ya que se encontraron con una documentación para desarrollo normativo de más de 50 folios a mayores de la Orden Anual de Pesca actual.

En torno a esa Orden Anual, se ha determinado que no se modificará íntegramente cada año, ya que hay una parte importante que emana de leyes y reglamentos que no cambia. La parte restante, que se ha llamado 'Planes de Pesca', será lo que se desarrollará para adaptarlos a cada zona, época o circunstancias.

Como aspecto destacado, APCRA explica que se ha buscado el subterfugio de dar por asentadas especies exóticas invasoras en algunos tramos si su presencia está documentada antes de 2007. En este sentido, a la carpa "se le perdona la vida" en los embalses de Santa Teresa y La Almendra; al black-bass o perca americana si está en el embalse de La Almendra; e igual para los cangrejos rojo y señal que pululen en cualquier masa de agua de la provincia excepto las declaradas trucheras de las subcuencas de los ríos Tormes, Águeda, Alagón, Huebra y lo que se llama Refugios de pesca.

A partir de ahora, se prohíbe la pesca de ranas y anguilas en toda la provincia, y de truchas en aguas libres, ya sean aguas trucheras o no. En este sentido, si se captura una trucha en aguas que no sean cotos o AREC que permitan su captura, las truchas han de ser devueltas, y no podrá portarse ningún ejemplar aunque su captura se haya realizado en las zonas habilitadas.

Además, en aguas de acceso libre trucheras no se podrán capturar barbos, bogas, bordallos, cachos, madrillas, gobio, piscardo y tencas. Mientras, en aguas no trucheras, los cupos pasan a ser de 6 ejemplares, pero en mayo y junio el cupo se reduce a 0 para barbos, bogas, bordallos, cachos y madrillas. Según apunta APCRA, como idea positiva, se desarrollan una serie de permisos de pesca reservados para empresas turísticas, que "hoteleros, restauradores, y empresas de ocio y ayuntamientos lo verán con buenos ojos".

Las propuestas de APCRA

En la reunión del pasado martes, APCRA hizo una serie de propuestas, algunas propias y otras trasladadas por la Sociedad Deportiva Charra de Pesca. En lo que se refiere a las propias de APCRA, propusieron habilitar nuevos tramos de Aguas en Régimen Especial Controlado, AREC (además de mantener los actuales: Águeda, Frío y Mallas), ya que consideran necesario disponer de más zonas de aguas en régimen controlado ?y con menos pases- porque hay muchos kilómetros de aguas libres:

-AREC del Agadón entre el puente de la Carretera de La Atalaya - Vegas de Domingo Rey (término municipal de La Atalaya) y el puente de la Carretera de Serradilla del Llano ? Casares de las Hurdes (término municipal de Serradilla). Éste AREC fue aprobado el primer año y suprimido los siguientes, algo que para APCRA "no debería haber sucedido nunca".

- AREC de Navasfrías desde la presa de la aceña de Mortacinos por debajo de la confluencia de la rivera de Lajeosa con el Río Águeda (límite inferior - límite términos municipales de Casillas de Flores y Navasfrías) hasta la carretera de El Bardal en el término municipal de Navasfrías (límite superior- inicio tramo vedado).

-AREC de El Payo: desde El Molino de Caneiro (limite interior) hasta la confluencia del Río Rubioso con el Río del Payo en la zona de Charco Palo en el término municipal de El Payo (límite superior- inicio tramo vedado).

En lo que respecta al AREC del Águeda, creen que hay que bajar el límite inferior desde la junta de los ríos Frío y Águeda hasta la presa que retiene el agua en esa junta, que es donde se delimita el inicio de las aguas trucheras de la zona. Para APCRA, la provincia de Salamanca cuenta con pocos kilómetros AREC frente a los kilómetros de aguas trucheras que tiene, una descompensación "que no se da en otras provincias". Lo que quiere es que se propicien zonas para pescar con métodos tradicionales cerca de los municipios principales, con acceso controlado y registrado.

Como otras propuestas, APCRA propuso en el Consejo de Pesca que la pesca con lombriz en los AREC tenga las mismas habilitaciones de días que el resto de cebos naturales; que no se introduzcan truchas en el Tormes durante 2 años a ver cómo se regenera el río (al igual que en el resto de la provincia); y que no se pise el lecho del río para el ejercicio de la pesca. Además, denunciaron el abandono de la zona, con poca vigilancia, y la falta de acciones para la extinción de los cormoranes, y el descaste de lucios y percasoles.

La opinión de Pedro Colmenero

A modo de conclusiones personales, el secretario de APCRA, Pedro Colmenero, indica que "es muy frustrante encontrar oposición en cualquiera de los cuatro costados a donde mires". Por ejemplo, la Asociación de Pescadores Mosqueros del Tormes pidió que se suprima la pesca con lombriz y los AREC; y la Sección de Espacios Naturales de la Junta de Castilla y León planteó la supresión del AREC del Águeda porque "el mejillón peligra", y la pesca de la trucha de Irueña a Navasfrías.

La Confederación Hidrográfica del Duero indicó que no va a arreglar ninguna defensa, mientras que el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta dijo que no va a hacer nada en torno al cormorán.

Para Pedro Colmenero, "el Consejo Provincial pinta más bien poco: nos dan cocinados los desarrollos reglamentarios, debatimos y exponemos las diferentes propuestas, votamos propuestas y después lo poco que no estaba cocinado se arregla en el Consejo Regional o en un despacho". Asimismo, señalan que "los pescadores y amantes de la pesca son minoría en el Consejo".

Por otro lado, ve como "patético" que las tres asociaciones de pesca "no nos hablamos y es más, tenemos en algunos temas importantes posturas totalmente frontales y que parecen irreconciliables"; y "lamentable" que se presente la documentación en papel y sobre la mesa sin capacidad de organizarse con el resto de asociaciones. Desde su punto de vista, "es como si se quisiera hacer una ley para los pescadores pero sin los pescadores". Asimismo añade que "algunos dedicamos más tiempo a estos menesteres que a disfrutar de la pesca y acabas haciéndolo por qué si no lo hace nadie aún estaríamos peor".