Viernes, 26 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Sobre mozos y monjas
X
Actuación número 232

Sobre mozos y monjas

Actualizado 31/08/2018
Redacción

MONLEÓN | El Grupo Lazarillo de Tormes continúa su periplo de representaciones de 'Teresa, la jardinera de la luz', conmemorando el Año Jubilar Teresiano

Encerrado en su espléndida muralla cuyo perfecto broche de piedra es su castillo, se encuentra Monleón, villa medieval, cuyo pasado está repleto de intrigas, leyendas, mitos y huellas de culturas que nos hablan desde muchos siglos antes de su demarcación como población fronteriza. Un paseo por sus calles bien cuidadas nos transporta a épocas lejanas pues su casco urbano es la fotografía de sus pobladores y sus formas de vida. Desde el berraco en piedra de su única puerta de acceso, como símbolo protector de su actividad ganadera, pasando por la imponente torre del homenaje de su castillo del XV, que probablemente se asiente sobre una estructura del XII, hasta llegar a su iglesia del XVI, todo en este pueblo rezuma historia, tradiciones y misterio.

Sin embargo una de las cosas que más ha significado a Monleón ha sido su popular romance "Los mozos de Monleón", que tanto atrajo a Federico García Lorca, que lo adaptó para ser cantado a piano. Y da muestra de algo más valioso en las poblaciones que las construcciones que quedan en pie, y esto es la vida cotidiana de sus gentes, sus costumbres y creencias, sus amores y tragedias. Porque en definitiva el Romancero Nuevo, dejó a un lado todo lo épico del Viejo para centrarse en el drama de lo habitual de la vida. A tan interesante pueblo donde se han tocado todas las teclas del piano de la Historia, ha llegado otra que aunque escrita en letra pequeña, descubre en su interior la importancia de entender por qué la normalidad se convierte en sublime, y la leyenda se escribe con los capítulos de vidas comunes que buscan el curso más apropiado. "Teresa, la jardinera de la luz" lo ha conseguido, presentando en su tan valorada puesta en escena, la humanidad de una mujer, encerrada también en la lejanía de los altares.

Si hay algo que Monleón no ha perdido con el paso del tiempo, es la alegría con la que vive sus fiestas más emblemáticas. Su patrón san Blas, sigue atrayendo, aunque se celebre en febrero, a propios y extraños; y santa Isabel de Portugal, es festejada en este último fin de semana de agosto, para que tantos vecinos que viven fuera de su pueblo, disfruten juntos de sus celebraciones. Los dos patrones, venerados e la parroquia de la Asunción, oyeron de primera mano unas palabras dichas por una monja carmelita y que pertenecieran a su madre Teresa: "un santo triste es un triste santo". Reunidos allí, como atentos espectadores, los vecinos de Monleón asisten a un montaje que de la mano de 'Lazarillo de Tormes' está recorriendo toda la provincia charra, y con el que la Diputación está teniendo el mayor de sus aciertos culturales. Teresa de Jesús, en su año jubilar, ha llegado, y visto el calendario de "Teresa, la jardinera de la luz", lo seguirá haciendo, a un tan variado público, que es comprensible la aceptación y demanda que la obra está teniendo. La carmelita del XVI, aparece, sin hacerlo, con una claridad y transparencia equiparables a los diálogos que durante toda la puesta en escena van dando cuenta del verdadero perfil de esta mujer, santa para unos, intelectual para otros, doctora para todos, y una leyenda que ahora ve su verdadera luz.

Como la torre del homenaje del castillo de Monleón parece salvaguardarle de cualquier ataque, vemos en el altar de la parroquia de La Asunción de los monleonenses, un reverendo dominico con el que la Inquisición que representa, pretende salvaguardar la fe, al parecer quebrantada en su ortodoxia por la madre Teresa. Pero unas simples monjas sin "poder, derechos, protectores o respeto" que las ampare, se arrogan del poder que les da las palabras de una maestra, que sólo quiso seguir al suyo, al de Nazaret. Toda la obra se convierte en una hora en un recorrido biográfico por la vida de esta mujer que como cualquier otra fue niña, joven, y adulta, y que bajo un hábito de entrega a quien bien supo elegir, sedujo a todos los hombres de la tierra que la conocieron, y libró de la esclavitud a toda mujer que la siguió.

Esfuerzo físico, intelectual, y entrega humana y espiritual, son los blasones que aparecen en el castillo que fuera esta monja y que unas actrices, que realmente parecen sus hermanas de tarea de hace cinco siglos, muestran a un asombrado público y a un rendido religioso que cae como si de la torre del homenaje se tratara, de su error. Los últimos versos de Teresa de Jesús, se oyen envueltos en música renacentista. Ya no los declaman sus hermanas, sino la luz a la que se llega después de conocer la verdad. Los aplausos de Monleón corroboraron una vez más, otra insoslayable, la de la calidad del trabajo magnífico que con "Teresa, la jardinera de la luz", está haciendo 'Lazarillo de Tormes'.

Comentarios...