El espectáculo en la calle se inicia con música y acrobacias
CIUDAD RODRIGO | Una de las propuestas del martes, Deambulantes, se podrá volver a ver dos veces este miércoles
Uno de los pilares fundamentales de la Feria de Teatro son las obras de calle, que este año representan un cuarto de la programación total (11 de 44 espectáculos), con unas franjas prácticamente fijas de espectáculos: última hora de la mañana, última hora de la tarde y primera hora de la noche. En la jornada inaugural, se pudo disfrutar de un espectáculo que se prolongó durante buena parte de la tarde (en pases continuos) y de otro con el que se abrió la noche.
Cuando todavía estaba en marcha el espectáculo inaugural en el Teatro Nuevo, la calle se empezó a llenar de música y baile de la mano de la compañía La Imperdible, que fue moviendo por el centro de la ciudad a sus Deambulantes: cuatro jóvenes (dos bailarines de contemporáneo y dos de hip-hop y danzas urbanas) que portaban sus propios altavoces móviles para realizar pequeñas coreografías en plena calle.
El espectáculo se escenificó por ejemplo en la Plaza Mayor y en la Rúa del Sol, durante el último tramo de la tarde en pases continuos (en principio, la duración de cada uno era de 14 minutos). En la jornada del miércoles, habrá dos nuevas oportunidades para ver a los Deambulantes: a las 13.00 y a las 19.00 horas, cuando se volverán a mover por el centro histórico.
El segundo espectáculo de calle de la jornada inaugural fue Tuberías, una propuesta de las compañías Todozancos y Los Escultores del Aire en la que se entremezclaron el teatro, la danza y el circo (con varias acrobacias), de la mano de cuatro performers que actuaron sobre un escenario montado en la pista de Bolonia, en el Paseo Fernando Arrabal.
Dos de esos performes iban encima de zancos, con los cuales incluso llegaron a bajar a la propia pista para subir a personas del público al escenario, a los que fueron saltando. Esos cuatro performers tenían como misión final encontrar las últimas cuatro gotas del tesoro líquido llamado agua, para lo que debieron construir unas tuberías, de ahí el nombre del montaje. Además, sobre el escenario se contó con tres músicos.