BÉJAR | Explotación sostenible de aprovechamiento de los montes para crear energía limpia, favorece el turismo de naturaleza, ayuda al desarrollo de los pueblos y fija población en el medio rural
En las últimas semanas, la posible instalación en Béjar de una planta de transformación de biomasa ha despertado el interés de la población de la zona, Béjar al Día se ha puesto en contacto con el ingeniero técnico agrícola y experto en Energías Renovables y Eficiencia Energética, Carlos Sanz, para preguntarle sobre el impacto que supondrá para la zona de Béjar y comarca la implantación de este centro logístico, en caso de que el proyecto, que está llevando a cabo el departamento Calidad y Sostenibilidad Ambiental de la Junta de Castilla y León, se haga realidad.
Según las manifestaciones de Carlos Sanz, las plantas logísticas de biomasa forestal suponen un importante desarrollo para las zonas de influencia, contribuyen a que los montes, en la actualidad abandonados, estén limpios, se mantengan jóvenes y protegidos, es una forma sostenible de aprovechamiento que mantiene la fauna y la flora autóctonas y ayuda en sobremanera al desarrollo del turismo de naturaleza.
Por otro lado, explica que se trata de una energía 100 % ecológica y renovable. Estudios realizados ofrecen como resultado que un árbol consume en su vida prácticamente el mismo CO2, que va a generar una vez quemado. Convertido en pellets, astillas o briquetas que son diferentes formas de compactar la biomasa en función del tamaño, va a generar calor para estufas, chimeneas, hornos y calderas.
Otra de las ventajas que destaca es el ahorro energético que supone el uso de biomasa forestal, traducido en precios más baratos para el consumidor que los de los combustibles fósiles y no sujetos a las grandes fluctuaciones del mercado que sufren los derivados del gas o el petróleo. Además, añade que una de las razones de más peso, que debe incentivar al consumo de estos biocombustibles, es que crea riqueza en el propio territorio, en lugar de que se vaya a las grandes multinacionales.
Por todos estos motivos, Sanz, considera que en estos momentos se tiende a apostar por este tipo de energía térmica para abastecer el consumo de las calefacciones en zonas de arbolado y monte, porque cada vez existe mayor concienciación social de que el medio ambiente debe protegerse y las administraciones toman nota de ello, tratando de apoyar las energías limpias. Siguiendo con esta línea, en el BOCyL del pasado 22 de marzo ha salido publicada una subvención de tres millones de euros en ayudas para mejorar la eficiencia energética en edificios de comunidades de propietarios, cofinanciada entre la Consejería de Economía y Hacienda y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), dando prioridad a proyectos en el medio rural. Por el contrario, cada vez se tenderá más hacia la penalización fiscal de las instalaciones que produzcan emisiones de CO2 y otros gases contaminantes.
Un proyecto viable
Sanz añade que las calderas están dentro de los precios de mercado normales y las instalaciones son muy simples porque utilizan el sistema de distribución de calefacción existente en los edificios, con tuberías de agua caliente, por lo que lo único que se cambia es la caldera que se puede programar alimentándose de un depósito de pellet o astillas con un tornillo sin fin. Esto las convierte en ideales para ser instaladas en colegio, hospitales y edificios públicos que habitualmente tienen consumos estables, y no solo en las ciudades, sino que la versatilidad del biocombustible hace posible que sea apto para estufas o chimeneas de centros sociales o municipales de pueblos pequeños con pocos recursos públicos.
La viabilidad del tamaño de la planta transformadora cree que dependerá del monte que se quiera abarcar para su utilización, el cálculo se hace en función de la biomasa que se puede obtener en un año y de ahí saldrá la dimensión viable de las instalaciones de transformación. El término municipal de Béjar no tiene demasiado monte, pero los particulares y los montes de los Ayuntamientos de la comarca tienen abundante masa forestal para que sea factible la instalación de esta planta logística en Béjar.
Considera que un lugar idóneo para su construcción sería el polígono industrial, por las facilidades que ofrecen los accesos desde la autovía, y aunque en principio se tratará de abaratar costes evitando el transporte y favoreciendo el autoconsumo en la zona, es de esperar que si todo funciona bien y la demanda es importante, los precios de compra de biomasa puedan llegar a animar, a los propietarios de fincas, al cultivo de terrenos para biomasa, "no hay que perder de vista que existen dos poblaciones importantes a menos de una hora de Béjar, que son Salamanca y Plasencia,".
En cuanto a los puestos de trabajo, una planta de tamaño medio necesitará varios empleados fijos con perfiles técnicos de Ingeniería Agrícola o Forestal, además de personal de Formación Profesional de la rama forestal y técnicos de mantenimiento de la maquinaria. Pero lo más importante será la labor en el campo, que puede crear numerosos empleos para la tarea de la recogida de la biomasa, estos trabajadores podrán ser los propios propietarios de los terrenos o que sean ellos quienes los contraten, también la planta puede tener los suyos propios, eso dependerá del modelo de negocio que la empresa que está realizando el proyecto de viabilidad considere más factible, después de haber hablado con todos los agentes sociales que intervienen en el proceso de extracción, como Ayuntamientos y propietarios de los montes.
Lo que es ineludible es que debe tratarse de profesionales adecuadamente formados, que sepan distinguir cual es el material que debe ir a la planta transformadora y qué ejemplares deben conservarse y protegerse, Carlos Sanz cree que es muy importantes mantener el equilibrio y no pasar del abandono a la sobreexplotación de los bosques, "estos trabajadores serán los encargados de garantizar que se genere la biomasa ahora y en el futuro, por lo que es necesaria una gran profesionalización y sensibilización para que sean conscientes de que el monte debe utilizarse bien y servirá para ayudar a fijar población en el presente, pero también para abonar la riqueza futura de Béjar y su comarca".