Buñuelos, huesos de santo y sus exclusivas yemas acarameladas llenan los escaparates de la pastelería de Alba de Tormes
Estudio Digital Francisco Cañizal
Con la llegada del Día de Todos los Santos, las confiterías de la provincia comienzan a llenar sus escaparates de los dulces más característicos de esta época. En Alba de Tormes, la emblemática Pastelería 'Teresiana' se convierte en un punto de referencia para los paladares más golosos, ofreciendo las elaboraciones tradicionales que marcan la transición entre octubre y noviembre.
Durante estos días, sus estantes se visten con los colores y aromas de los buñuelos, los huesos de santo y una especialidad casi exclusiva de la casa: las yemas acarameladas. Se trata de una tradición gastronómica que combina recetas históricas con la innovación en los sabores, pero siempre manteniendo la esencia artesanal que define a estos productos.
Entre la oferta disponible, los buñuelos se mantienen como uno de los productos más demandados. A pesar de las innovaciones en los rellenos que surgen cada año, los sabores tradicionales como la nata, la crema o el chocolate siguen siendo los preferidos por el público, sin olvidar el de trufa.
Junto a ellos, los huesos de santo se presentan como auténticas joyas de la repostería. En Pastelería 'Teresiana' se pueden encontrar sabores tan diversos como:
Más allá de las elaboraciones que se pueden encontrar en la mayoría de las pastelerías, 'La Teresiana' cuenta con un dulce que es parte de su identidad histórica. Se trata de las yemas acarameladas, una receta tan antigua que ni los actuales responsables del establecimiento recuerdan con exactitud su origen.
Esta especialidad consiste en yemas combinadas con frutos secos y recubiertas por un fino y crujiente baño de caramelo. El resultado es una delicia para el paladar que se ha convertido en un símbolo de la pastelería albense durante la festividad de Todos los Santos.