El programa 'Provincia Creativa' continuará hasta 2026 fomentando actividades culturales en los municipios salmantinos, habiendo beneficiado ya a más de 7.000 personas en la última década.
La Diputación de Salamanca y la Universidad de Salamanca (USAL) han renovado su compromiso con la cultura provincial al presentar la undécima edición del programa 'Provincia Creativa'. En un acto que ha contado con la presencia del diputado de Cultura, David Mingo, y la vicerrectora de Estudiantes, Marta Gutiérrez, ambas instituciones han reafirmado una colaboración que cumple ya una década tejiendo redes entre el talento académico y el mundo rural bajo el lema "Cultura compartida".
Con un presupuesto inicial que asciende a 45.000 euros y un convenio que se extenderá hasta el 31 de mayo de 2026, esta iniciativa se consolida como un pilar fundamental en la dinamización cultural de los municipios salmantinos. El programa nació hace diez años como una iniciativa piloto con el objetivo de acercar la universidad a la provincia, una meta que no solo se ha cumplido, sino que ha superado las expectativas, obligando casi desde su segunda edición a duplicar la inversión inicial.
Este proyecto se ha convertido en un puente de doble sentido, donde la comunidad universitaria no solo aporta, sino que también se nutre de la riqueza y las experiencias de los pueblos. Como ha señalado David Mingo, la colaboración busca ser un "vehículo conductor del talento de la universidad hacia nuestra provincia", una misión que se materializa en cada taller, charla o actividad que se pone en marcha.
Una de las claves del éxito de 'Provincia Creativa' reside en su naturaleza abierta y participativa. No se trata de un programa con un catálogo cerrado de actividades, sino de una invitación a toda la comunidad universitaria para que proponga y comparta su conocimiento y creatividad. Las posibilidades son tan amplias como la imaginación de los voluntarios.
"Un taller de arte, hablar de la arquitectura de un lugar, enseñar a mirar un cuadro, un taller con niños o mayores de fotografía, de cómic, de pintura, contar un cuento, ser guía por un día en un museo de tu localidad. Todo lo que su ingenio supiera y quieran compartir", ha explicado el diputado de Cultura, subrayando que cualquier propuesta que fomente la creatividad y la convivencia tiene cabida.
El objetivo es claro: enriquecer la vida cultural de los pueblos, especialmente en aquellas áreas geográficas más remotas, y favorecer los intercambios intergeneracionales. Para ello, se anima a todos los alumnos a participar activamente a través del Servicio de Asuntos Sociales (SAS) de la USAL, un canal que ya ha facilitado la llegada de cientos de voluntarios a numerosos municipios.
La vicerrectora Marta Gutiérrez ha aportado una visión fundamental sobre la filosofía del programa, destacando que su propósito no es paternalista. "No con la idea de llevar la cultura a los pueblos, porque los pueblos ya tienen cultura, sino de potenciarla entre ellos", ha matizado. Se trata de un proyecto que nace "desde abajo", impulsado por el interés tanto de los vecinos como de la comunidad universitaria.
En el corazón de esta iniciativa se encuentra la revalorización del "saber popular", un concepto crucial en un entorno rural marcado por el envejecimiento y la despoblación. Gutiérrez ha insistido en la necesidad de "potenciar este saber popular que debe de presentarse, impulsarse, revitalizarse y actualizarse". En este contexto, la Universidad de Salamanca juega un papel clave, conectando el conocimiento académico con la sabiduría tradicional para generar nuevas sinergias y un ocio alternativo y saludable.
Los beneficios, ha recalcado la vicerrectora, son compartidos. Para los pueblos, supone una oportunidad de desarrollar nuevas perspectivas y reforzar los lazos comunitarios. Para los estudiantes, es una experiencia formativa única, una ocasión para "ir más allá de las aulas y y desarrollar aspectos que que conocen [...] para mostrar su lado más creativo" y personal.
El éxito y la consolidación de 'Provincia Creativa' se reflejan en los datos acumulados desde su inicio en 2014. Las cifras, presentadas por David Mingo, demuestran el alcance y la buena acogida de la iniciativa a lo largo de los años:
La tipología de las actividades también revela las preferencias e intereses tanto de los proponentes como de los participantes. Los talleres y exposiciones son la categoría más demandada, representando un 42% del total. Le siguen las actividades plásticas (19,3%), las relacionadas con el patrimonio (14%), las audiovisuales (13,3%), el teatro (9%) y, finalmente, la música (2%).
Con la firma de este nuevo convenio, la Diputación y la Universidad de Salamanca no solo garantizan la continuidad de un programa exitoso, sino que fortalecen un modelo de colaboración que demuestra que la unión del conocimiento académico y la cultura rural es una fórmula poderosa para construir una provincia más dinámica, conectada y llena de vida.