Encinas de Arriba ha rendido un emotivo homenaje a seis de sus vecinos mayores de 90 años: Filomena Rodríguez, Epifanio Hernández, Fuensanta Hernández, Manuela Cruz, Eugenia del Río y Agapito Sánchez.
Encinas de Arriba vivió una jornada cargada de sentimiento y gratitud con motivo de las celebraciones del Domingo del Señor. Los vecinos se volcaron en un sentido homenaje a aquellos que han superado las nueve décadas de vida, reconociendo en ellos un faro de experiencias, esfuerzo, conocimiento, sacrificio y amor que ilumina la senda del municipio.
El ambiente estuvo impregnado de emoción, un reflejo del profundo respeto que la comunidad profesa hacia quienes consideran el alma viva del pueblo. Un reconocimiento a una trayectoria vital que ha dejado una huella imborrable.
Los aplausos y el cariño de sus convecinos fueron para Filomena Rodríguez, Epifanio Hernández, Fuensanta Hernández, Manuela Cruz, Eugenia del Río y Agapito Sánchez. Cada uno de estos ilustres vecinos recibió un ramo de flores como símbolo de afecto y una placa conmemorativa que sella el reconocimiento colectivo a toda una existencia de entrega y ejemplo para las generaciones venideras.
Durante el acto, se subrayó que estas seis personas no son solo habitantes longevos, sino que representan la memoria viva de Encinas de Arriba. Son testigos directos del transcurrir del tiempo y protagonistas de una época crucial que ha forjado la identidad actual del municipio. Más que una simple celebración, el homenaje se erigió como una sincera muestra de agradecimiento por su contribución.
Las palabras de Iván Martín, concejal del Ayuntamiento de Encinas de Arriba y miembro activo de la Comisión de Festejos, resonaron con especial significado durante su discurso. "Este homenaje no es sólo un acto simbólico. Es un reconocimiento real y profundo a todo lo que representáis", afirmó Martín dirigiéndose a los homenajeados.
El concejal continuó destacando el valor de su legado: "Sois memoria viva. Sois la raíz de este pueblo. Y sin raíces no hay árbol que crezca firme". Una metáfora que encapsula la importancia de los mayores como cimiento fundamental sobre el que se asienta y prospera la comunidad de Encinas de Arriba.