En su momento seguí con interés a Oscar Puente como alcalde de Valladolid, positivo en temas como la movilidad urbana. Es indudable el notable impulso dado a la bici y al transporte público y su rápida modernización, en especial con su penúltimo gerente. En temas digitales por aquí todavía se está multando a la indolente empresa concesionaria. Interesante ganar prioridad frente al coche al introducir carriles bus a escasos metros de su Plaza Mayor. Ese penúltimo gerente fue un gran fichaje, y quizás me generó excesivas expectativas en su migración al frente de la Empresa Pública Renfe.
Pero hoy me interesa como ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, y he de señalar la notable decepción que me genera su actuación política. Y la de su presidente de Renfe. No pensaba volver sobre un tema tratado hace pocas semanas al hilo del informe de 2023 del Observatorio del Ferrocarril en España. Pero su forma de procurar tener siempre la razón en todo, a pesar del desmentido de la realidad, provoca esta reflexión. La última su desencuentro con el inusitado interés ferroviario de un periódico local, cuya línea editorial no es santo de mi devoción.
Gráficos publicados en las redes sociales del ministro respondiendo a un diario salmantino.
No es cierto que la falta de desarrollo de Salamanca sea culpa de la falta de trenes, pero desde luego no ayuda precisamente su paulatina eliminación desde hace décadas. Para argumentarlo utiliza esta frase “La realidad es que, a pesar de la insistencia en la 4ª frecuencia, las 4 diarias con Madrid tienen una ocupación baja. Solo una supera el 90%. Las 3 restantes apenas llegan al 70%”. Me llama mucho la atención eso de un 70% nivel de ocupación bajo. La forma de expresarlo casi da a entender ser poco menos el umbral de la desaparición del servicio. El 13 de los 30 principales.
Datos publicados en el Observatorio del Ferrocarril en España, informe de 2023.
Visitando a quienes utilizan habitualmente esos servicios ferroviarios, no creo lo sea el ministro, la información apuntada por él resulta un tanto sesgada. Parece ser que el tren al salir de Salamanca no puede, precisamente, sobrepasar esa ocupación al estar reservada para estaciones posteriores ese resto. Desde la implantación del extraño sistema “gratuito” actual es habitual lo de “tren completo” cuando se intenta adquirir una plaza por internet. Lo cual no impide la posibilidad de encontrar alguna en ventanilla. Esto se asemeja mucho a falsear la realidad o a actuar con hipocresía.
Imagen habitual en redes sociales al reservar plaza por internet, estas del día 16 de junio en Asociación Tren Salamanca.
A pesar de todos los obstáculos, la gente se empeña en utilizar el ferrocarril entre nuestra ciudad y Madrid. Y en los últimos años superando continuamente las cifras del anterior. La inexistente política de reequilibrio territorial incentiva la exagerada, muy artificial y subvencionada macrocefalia madrileña. Que vuelve a expulsar población pese a su crecimiento, cada vez más lejos. Una oportunidad para Salamanca, su Universidad, y todo el centro peninsular despoblado entre otros por eso. Los Servicios Públicos permiten, precisamente, corregir y facilitar la igualdad de oportunidades, en especial gestionados por quien dice ser de izquierdas. Sanabria es un magnífico ejemplo (de la realidad de la Alta Velocidad).
No recuerdo la misma diligencia ministerial para financiar el Puerto Seco de Salamanca como en el caso de Valladolid.