No soy original recordando el “rectificar es de sabios”, a veces practicado por nuestro Ayuntamiento. En este caso lo llaman “El Ayuntamiento incorpora las 201 marquesinas del Servicio Público de Transporte Urbano por Autobús a la iniciativa ‘Espacios sin humo’ de la AECC”. Después de sembrar, hace poco, esas paradas del transporte público de ceniceros, supongo no regalados o donados por nadie, visten de esa manera volver a la situación previa. Al menos alguien es capaz de inculcar algo de cordura a nuestros Populares munícipes. Ahora solo falta eliminen los colocados junto a edificios sanitarios, oficinas, bibliotecas, bares (no solo municipales), etc.
Pero en realidad quería hablar de otra posible rectificación. Hace unos días medios de comunicación se hicieron eco de un comentario de Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio, sobre una nueva parada súbitamente florecida junto al Puente de Enrique Esteban. Vieja demanda de vecinos residentes tras la Glorieta de la Virgen de Loreto y en el antiguo Matadero. Delante de ellos está la Vía Helmántica por donde circula, pero no para, la Línea 3. Siendo su referencia la última junto al colegio Alfonso X, alargando innecesariamente el viaje, aparte de las incomodades de las cuestas de acceso a ella.
Loable lo de cuidar la accesibilidad, aunque la curva no ayude.
Ciudadanos hablaba del efecto de la marquesina sobre una de las postales típicas de la ciudad, y no es difícil encontrar la interferencia, aunque sea opinable. ¿Dónde queda el Plan de Gestión de la Ciudad Vieja y su preocupación precisamente por esto?. Añadir el mal diseño de la parada, sólo en sentido norte de la línea, casi en el puente y en curva (a pesar de la recomendación técnica de evitarlas), quizás aumente el cuestionamiento de lo que pudo ser una buena idea. En sentido contrario ni siquiera se habilita. Supongo todo ello examinado por un comité municipal de expertos junto a los vecinos.
No quiero pensar que la ubicación última haya dependido de la disponibilidad de espacio sin apenas obra, frente a una ubicación más adecuada para los posibles usuarios. A pesar de la recomendación habitual de tener cerca un paso de peatones, queda a unos 80 metros. Hay otro más inmediato atravesando el puente, si bien no parece ser muy útil en este caso. Ciertamente ponerla cerca del adecuado obliga a cambios notables en la Vía Helmántica. Quizás devolver el paso a su antigua ubicación, prolongando la Calle del Maestro Valverde, lo haría más fácil.
Usando Google Maps se aprecia la excentricidad de la parada, ubicada por ellos erróneamente. En sentido contrario no hay. La línea roja indica donde estuvo en el pasado el paso de peatones.
El verdadero problema está en el diseño de la desmedida avenida paralela al rio Tormes. Recordemos fue remodelada al finalizar la circunvalación sur. Lo lógico, ante el previsible descenso de tráfico al desparecer el de paso, hubiera sido ajustar las dimensiones a una demanda más realista. Se pasó de 4 carriles previos a 6 actuales, en una incomprensible decisión. El 90% del tiempo sobran perfectamente 4 de ellos. Con mediana y arcenes incluidos, tiene unos 27 metros de ancho. Con bastante más tráfico, las calzadas de los Paseos de Canalejas o de Carmelitas no suman ni 15 metros.
Esta vía mantiene un diseño carreteril impropio del ámbito urbano, desincentivador del respeto a la velocidad máxima de 50 km/h. Además, impide ubicaciones cómodas de las paradas, difícil en sentido contrario donde dejar viajeros. Aparte de impedir el disfrute de las orillas del rio, y las vistas, como un paseo fluvial digno de tal nombre, pese a las recomendaciones del Plan de Gestión de la Ciudad Vieja. Ya hemos insistido más veces, es hora de repensar este sobredimensionado e inútil vial en una de las zonas visualmente más atractiva, y delicada, de Salamanca, ¿esperan a un Tormes+ 2?