El extrañamiento

Posiblemente, nuestro mundo actual nos lleva a una mirada poco profunda, donde se repiten los mismos eslóganes, aunque ahora con un lenguaje algo más refinado. Accedemos a los medios y a la prensa diariamente, como si se tratara de una oración matinal, inmersos en el caos de información y opiniones, en busca de esa esfera de la intersubjetividad. En medio de esta realidad, debemos situar nuestras esperanzas de emancipación y nuestro acceso a una cierta verdad. Para lograrlo, necesitamos recurrir al extrañamiento, ya que las imágenes del mundo se han multiplicado, y el sentido de la realidad tradicional parece haberse perdido.

Por extrañamiento entendemos la capacidad de observar la realidad desde una perspectiva diferente, como si se viera por primera vez. Es una forma de distanciamiento que nos permite reflexionar críticamente sobre aquello que damos por sentado. Jorge Freire nos recuerda que el extrañamiento no es la vestimenta del ser estrafalario o histriónico, sino la esencia profunda de quien, al no encajar en ningún lugar, asume la tarea de convivir con el extraño que habita en su interior.

En su pensamiento, Freire aborda temas como el individualismo, el tiempo, la alienación y la búsqueda de sentido en un mundo marcado por el consumo y la hiperconectividad. En su reciente libro, Los extrañados, cuatro escritores vertebran la obra: P. G. Wodehouse, Edith Wharton, José Bergamín y Vicente Blasco Ibáñez. Estas son vidas a la intemperie, que empuñaron la pluma para esclarecer su condición mientras buscaban refugio en tiempos difíciles, lo que las hace sorprendentemente actuales.

El escritor utiliza el concepto de extrañamiento en un sentido existencial y cultural, relacionado con nuestra desconexión con el entorno, las tradiciones y, a menudo, con nosotros mismos en un mundo acelerado. Este acto de "tomar distancia" nos permite cuestionar las normas sociales, las expectativas y las rutinas que moldean nuestra vida. No hay mejor manera de comprender al extrañado que dejando de extrañarnos a nosotros mismos, suspendiendo momentáneamente nuestra incredulidad.

Según Freire, esta obra es más literaria que filosófica. Considera que el pensamiento ha descuidado su función literaria, su estilo. Los extrañados no permite una categorización sencilla: es una filosofía que abandona las torres de marfil para adentrarse en lo cotidiano, un ensayo que exige ser narrado más que conceptualizado.

En tiempos de angustia, es crucial que los ciudadanos sigan haciéndose preguntas. Freire explora la dificultad de encontrar un lugar propio en un mundo que aliena y desconecta, revelando su inclinación personal y literaria por las identidades complejas y la experiencia del "exilio interior". Su intención no es teorizar, sino mostrar. A través de la figura de estos cuatro autores reales, pretende construir un retrato robot del extrañado.

Los extrañados es una historia de ausencias y desencuentros, narrada con frescura e ingenio. A través de un ensayo profundo, cargado de ironía y referencias culturales, filosóficas y literarias, el autor reflexiona sobre quienes no logran sentirse en casa en la época que les ha tocado vivir. Se alza contra la homogeneización cultural y social, negándose a aceptar sin cuestionar el pensamiento dominante. Este libro es una invitación a habitar la verdad, admirar la belleza y hacer el bien.

Jorge Freire, filósofo y escritor, es autor de Agitación. Sobre el mal de la impaciencia (2020), Hazte quien eres. Un código de costumbres (2022) y La banalidad del bien (2023). También ha escrito una biografía de Edith Wharton y un ensayo sobre Arthur Koestler y la guerra civil española. El Cultural lo ha señalado como uno de los diez filósofos jóvenes que marcarán las próximas décadas.