Esta mujer quedó perfectamente retratada en lo relativo a su hipocresía con el ridículo episodio de su llegada a la reunión con ministros europeos de medio ambiente en la ciudad de Valladolid. Tuvo la genial ocurrencia de utilizar la bicicleta, se veían sus buenas dotes ciclistas en el manejo de la misma, lo que no mostraron los noticieros (pesebreros) que al vehículo de 2 ruedas le seguía una comitiva de coches. ¿Le llevaban los papeles?
Quienes, como la vicepresidenta ejecutiva primera de la Comisión Europea, viven para justificar sus elevados sueldos y otras ganancias públicas, utilizando conceptos dogmáticos, como el cambio climático, el calentamiento global o la subida del nivel del mar, lo que hacen es servirse de una religión materialista, o lo que es lo mismo, de una espiritualidad invertida, y no es de extrañar que venga una Dana y les pille ausentes, bien preparando exámenes para conseguir dicho nombramiento, otros de paseo por tierras exóticas... Y como no dejan preparado el discurso a los subordinados, interpelas a sub jefa y responde chulesca: nosotras no estamos para achicar agua. Cierto, la religión ecológica y climática no camina por lodazales con guantes y botas de goma, no se mancha de barro, ni está desesperada ante la riada. Ellas solo están para ocupar cargos oficiales muy bien retribuidos.
La Europa de la vicepresidenta de la Comisión Europea para la Transición no es precisamente la Europa que queremos. Pero esta mujer es capaz por 27000 euros mensuales de decir que la energía atómica (por arte de birlibirloque) se ha vuelto limpísima o que Giorgia Meloni y Viktor Orban son demócratas desde su nacimiento.
Ella sabe la verdad: son títeres en el más famoso club del mundo o los que lo forman tienen la “bola de cristal de la bruja Lola” y se anticipan a los acontecimientos, que luego por desgracia terminan sucediendo.
En el club Bilderberg las reuniones son secretas, se invita a personalidades de todas las tendencias y creencias. ¿Los bilderberges, son una camarilla de ricos que buscan socavar la democracia global? La larga y misteriosa historia del Grupo permite entender por qué despiertan sospechas.
La primera reunión tuvo lugar en 1954, con el objetivo de reforzar las relaciones entre Estados Unidos y Europa, y prevenir otro conflicto internacional después de la Segunda Guerra Mundial.
No se invita a periodistas a cubrir el evento, no se envían comunicados de prensa, la organización mantiene una web con un discreto diseño. Puede que los teóricos de la conspiración exageren, puede. Lo tratado, por descabellado que parezca, toma forma real. Basta recordar a Margaret Thatcher, quien, según The Times, fue una “tímida participante” en la edición de 1975. Cuatro años después, se convirtió en la famosa Dama de Hierro. Barack Obama acudió a la reunión del Club Bilderberg en junio de 2008. Cinco meses después, fue elegido presidente estadounidense, el poco conocido gobernador de Arkansas, Bill Clinton. Cinco meses después, de participar en el mencionado Club, tuvo un ascenso fulgurante, resultando contra todo pronóstico ser nombrado presidente estadounidense.
Los otros son meras comparsas, marionetas movidas entre bambalinas por manos todopoderosas. Voceros de sus amos, que toca clima, pues se propaga el bulo, que … Y vamos de bulos en bulos, mientras los ciudadanos nos vemos coaccionados en lo más sagrado del individuo, “la libertad”. ¿Trajo el cambio climático la gota fría de Valencia y otras ciudades?