Qué mala resolución y qué «regalo» nos hicieron los Padres de la Constitución quitando y recortando competencias al jefe del Estado, lo bien que hubiera quedado y resuelto las complicaciones que hoy tenemos poner un artículo por el cual el Rey o el Tribunal Supremo pudieran cesar al Presidente y a todo su gobierno si estuvieran haciendo pesebrismo e intentando desmembrar España.
Quizás, aquellas buenas gentes movidas por la rapidez y la buena voluntad no pensaron que podríamos llegar a una situación como la que ahora tenemos.
Una pregunta fácil que bien pudieran formular en el programa «que más videntes tiene».
—¿Quién en este Gobierno le roba protagonismo al Rey?
Respuesta:
—El moro Muza.
Tan nombrado como desconocida es su verdadera historia. Verdad es que nuestros antiguos cronistas no trasmitieron muchos datos acerca de tal sujeto, Sebastián de Salamanca se limitó a decir «Muza, godo de origen, pero del rito mahometano, con multitud de su gente que los caldeos llaman Benicazzi, se rebeló contra el rey de Córdoba y ocupó muchas ciudades, por fuerza unas y otras por fraude. Tanto se enorgulleció con estas grandes victorias, que mandó a los suyos que le llamaran el tercer rey de España.
Unos consejitos para llegada del buen tiempo:
Con la llegada del verano y las altas temperaturas, conviene extremar las precauciones, sobre todo en personas con patologías previas, mayores y niños. Conviene adaptar nuestra actividad evitando la exposición en las horas centrales del día, cuando las temperaturas son más elevadas.
Las consecuencias: pueden aparecer desde el agotamiento por calor y/o calambres, hasta la patología más grave, que es el golpe de calor. Para evitarlo, desde el 112, al igual que cada año, nos dan unas pautas:
Beber abundante agua para mantener una correcta hidratación. No abusar de bebidas alcohólicas, o con mucha cafeína y azucaradas. Evitar comidas copiosas. Utilizar ropa transpirable y holgada. Protegerse del sol con sombrero o gorra, crema de protección solar, gafas de sol. Mantener persianas bajadas durante las horas centrales, abrir y ventilar las habitaciones a primera y última hora del día. Todo ello para evitar las insolaciones o el golpe de calor, que se manifiestan, con dolores de cabeza, piel seca, náuseas, vómitos y, en ocasiones, calambres y convulsiones. Y, si sucede, se debe llamar al 112.
Nos volveremos a encontrar pasado el verano. Felices y tranquilos días.