La presentación tenía lugar en la parroquia y contaba con la presencia de autoridades, representantes de las cofradias y vecinos
La expectación era gran protagonista en la tarde-noche de este pasado viernes en la iglesia parroquial peñarandina para vivir el esperado regreso de la imagen de Nuestra Señora de la Soledad tras el minucioso proceso de reestructuración al que ha sido sometida a manos de expertos en Bellas Artes.
La presentación arrancaba con una solemne misa en su honor, tras la que se detallaban los procesos realizados en esta venerada talla del siglo XX, realizada por el imaginero madrileño Victor Sanz, que principalmente se han centrado en la retirada de dos armazones de hierro que mantenía en la cabeza y el cuerpo, se ha colocado un candelero ligero, realizado en madera adaptado al cuerpo, dejando así al descubierto la obra original de su autor, ademas de realzar la figura y el torso de la virgen.
Ademas se ha realizado un pollero enterizo que da forma y armonía al manto y se ha corregido la postura de los manos, recuperando su posición natural. A ello se suman protecciones como una diadema de cuero y un sistema de vendajes que darán cobertura y seguridad a su policromía a la hora de vestirla y prepararla.
La estética también ofrece cambios, especialmente en su forma de vestir, adaptándolo a los rasgos morfológicos de la Soledad, contando con novedades como su nueva saya y lazada, basada en el estilo puro castellano, con la que pretenden adaptar su imagen a la sobriedad y emoción de la talla.
“En torno a Nuestra Señora de la Soledad hacemos un llamamiento por la preservación del patrimonio artístico y devocional de la ciudad. Esta es una declaración de intenciones que realizados desde la nueva Junta de Gobierno, buscando que las generaciones futuras puedan disfrutar de ello” aseguraban desde la cofradía.
La puesta de largo finalizaba con un aperitivo benéfico en la Casa de la Hermandad, que destinaba su recaudación a dar continuidad al proceso de mejoras de la cofradía.