El salmantino analiza su importante tarde en uno de los templos toristas de la geografía taurina
En el trayecto de casi mil kilómetros que separa Céret de su domicilio en Salamanca, Damián Castaño atiende a SALAMANCArtv AL DÍA para analizar su importante triunfo en la plaza de toros francesa: "Estoy muy contento porque puntuar en una feria tan importante, siendo uno de los bastiones del torismo, y además donde sale uno de los toros más serios que se lidia actualmente, es una inyección de moral muy grande", expresa Castaño con la voz siendo reflejo del tremendo esfuerzo físico realizado durante la tarde.
Damián Castaño repasa la faena a su primer toro de Saltillo, al que logró cortar una oreja de mucha importancia: "Ha sido muy emocionante porque el toro era muy encastado y no me ha regalado ni una embestida. Era una faena más de ¡uy! que de ¡olé!. Cada muletazo que pegaba yo sentía que me podía echar mano. Había que apostar por ambos pitones y estoy muy contento de haber dado ese paso de tirar la moneda y que haya salido cara. Además, estoy muy satisfecho por el nivel mostrado con la espada".
El torero charro insiste en que este triunfo es "una inyección de moral muy fuerte" para afrontar los compromisos que tiene firmados para agosto y septiembre, aunque también espera que se vea recompensado en forma de más contratos: "Siempre se ha conocido a Francia porque los triunfos valen para seguir sumando. Además Céret es una plaza donde el triunfo sirve a los toreros para seguir abriéndonos hueco en las ferias toristas. Muchos aficionados viajan para vivir la feria de aquí y eso hace que todo tenga mucha repercusión, porque hay presencia de comisiones taurinas francesas y españolas". El deseo de Castaño es claro: "Espero que este triunfo valga y que los esfuerzos tengan recompensa", finaliza.
En agosto cumplirá once años de alternativa, pero Damián Castaño ve una evolución notable en el último lustro: "Soy un torero joven pero cada vez me veo más maduro. Soy muy diferente a como era hace cinco o seis años: me veo muy capaz. Tal vez hace cinco o seis años no podía ni con la mitad de los toros que ahora puedo y además me veo que estoy a gusto con ellos", explica. El salmantino valora esta progresión de la siguiente manera: "Es uno de los aspectos de los que más contento estoy en mi carrera. Me he visto una evolución muy grande, sobre todo en este tipo de corridas, en las que hay que estar muy fuerte físicamente y mentalmente".