Los pequeños que este año han tomado su Primera Comunión protagonizaban un año más su esperada procesión
Era un domingo especial, de nervios, ilusión y no pocas ganas para grandes y pequeños, padres, madres, familiares y sobre todo los pequeños, protagonistas indudables de este domingo de Corpus en Peñaranda.
Un año más la Hermandad de Cofradías trabajaba casi desde el amanecer para preparar el gran Altar en la conocida como ‘Puerta del Sol’ así como todo el recorrido que ha protagonizado la esperada procesión del Corpus.
Pero antes de ella, a la una en punto de la tarde, arrancaba la solemne eucaristía de la festividad, oficiada por el párroco local Lauren Sevillano, y que contaba con una iglesia parroquial abarrotada y presidida por las decenas de niños y niñas que este año han tomado su Primera Comunión.
Tras ella se abrían las puertas del Templo para dar paso al desfile, haciéndolo por el conjunto de las Plazas y hasta la Puerta del Sol, todo ello en unas calles alfombradas con tomillo y junto a cientos de vecinos en el cortejo y el entorno.
Ya en el gran altar preparado llegaba la tradicional oración del Corpus Christi, la bendición y la lluvia de pétalos, con la custodia presidiendo el acto y la procesión desde su inicio y hasta el final, con el retorno a la iglesia, no sin antes haber realizado el ofrecimiento que los pequeños recien comulgados quisieron hacerle a la reliquia, algo realizado con el lanzamiento de las flores blancas que portaban durante toda la festividad.