Son casi nueve hectáreas a lo largo de un kilómetro de ribera en uno de los espacios de la ciudad con mayor biodiversidad en flora y fauna
El Ayuntamiento de Salamanca ha concluido los trabajos de transformación del Parque Botánico de Huerta Otea en un Centro Ambiental Integrado de energías renovables, que han comenzado a visitar los centros escolares, para un total de 16 y 500 alumnos de Educación Primaria y Secundaria hasta el 31 de mayo.
Esta iniciativa está enmarcada en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI) TORMES+, que en total cuenta con un presupuesto en torno a 22 millones de euros, con financiación de fondos FEDER gracias a las políticas de cohesión de la Unión Europea.
Este parque de casi nueve hectáreas a lo largo de un kilómetro de ribera es uno de los espacios de la ciudad con mayor biodiversidad en flora y fauna. Tras su creación en el año 2000 como espacio ribereño para uso público, necesitaba una modernización integrando soluciones sostenibles y de eficiencia energética, además de recuperar el contexto educativo y formativo con el que fue ideado.
En primer lugar, se ha acondicionado el inmueble existente como aula ambiental de las energías renovables y sus aplicaciones. En concreto, se ha habilitado una sala de calderas de biomasa con paneles didácticos y explicativos sobre su repercusión en el medio ambiente. También se ha creado una muestra gráfica de diversos paneles explicativos que introducen al visitante en las energías renovables, su uso y los beneficios que conllevan para el medio ambiente.
Asimismo, se han recreado elementos comunes en todas las viviendas como son una cocina y un baño, donde se puede conocer de primera mano el consumo real de los electrodomésticos y el consumo de agua, pudiendo realizar diferentes ejercicios prácticos que hagan reflexionar a los visitantes sobre el uso de la energía y la realidad de los consumo domésticos.
El edificio cuenta con aportación de energía solar fotovoltaica para el suministro eléctrico del parque y un ejemplo de la energía solar térmica con la instalación de un convector solar parabólico y otro plano con sistema de drenaje.
Por otro lado, existe una sala específica y diáfana en la que habrá una exposición permanente sobre el parque botánico, su historia, recorridos y características y donde se pueda exponer al visitante la relación entre la biodiversidad, la naturaleza y los seres vivos. Esta documentación se completa con nueva señalética para interpretar las zonas del parque y los ejemplares más característicos, mediante la instalación de tablones de autoclave colocados en posición oblicua con metraquilatos donde se exponga la información específica de cada zona.
Asimismo, se ha creado un recinto cerrado con vallado perimetral en el que estará el Centro Ambiental Integrado, formado por un jardín ZEN y un invernadero donde se custodiará un ‘Orangeri’ durante el invierno, que saldrá a las zonas turísticas de la ciudad con el buen tiempo.
El invernadero acristalado, que tiene una superficie de 250 metros cuadrados, está equipado con un sistema de telegestión para el control del clima para ventilación de techo, pantalla de sombreo, generadores de aire caliente y ventiladores removedores, independientes para cada zona de trabajo.
La mejora del Parque Botánico de Huerta Otea incluye diversas actuaciones de biodiversidad, favoreciendo la introducción de nuevas especies vegetales y animales. Para ello, se han creado pequeños hoteles de insectos, instalado cajas nido para aves, habilitado un talud arenoso para zapadores, y se han instalado pérgolas y vallados de gaviones y estanques con vegetación acuática, entre otras actuaciones.
Asimismo, se fomenta la presencia de vegetación en los muros del vial de acceso al Hospital Universitario de Salamanca para no solo reverdecer la zona, sino también hacer de este muro un lugar atractivo para la fauna, donde se pueda ofrecer alimentación, refugio y nidificación.
Dentro de las actuaciones para mejorar la vistosidad y colorido del parque se han creado tres grandes pérgolas en el eje central, de manera que se genere una zona estancial con sombra. Por otro lado, se ha instalado una cuarta pérgola junto al aula ambiental que servirá como zona estancial de ocio y para realizar actividades lúdicas compatibles con la formación educativa. Con esta iniciativa, además de mejorar la estética y coloridos del parque, favorecerán la aparición de polinizadores, insectos beneficiosos para la biodiversidad.
Finalmente, la remodelación del Parque Botánico de Huerta Otea incluye una amplia reforma de su imagen y funcionalidad. Así, todos los paseos de terrizo han sido reacondicionados con jabre granítico para mejorar su accesibilidad y evitar la presencia de barro durante los meses más húmedos, contando además con nuevos bancos de madera y hamacas en la zona de ribera para crear pequeñas zonas estanciales que permitan el disfrute del río y la observación de su flora y fauna.
Además de los dos accesos peatonales actuales, se crea un tercero desde la calle José Lamano Beneite, junto al paso de cebra existente en la confluencia con el Paseo Enrique de Sena.
Las tres fuentes ornamentales existentes han sido acondicionadas para formar un paseo atractivo y llamativo, modificando la estructura exterior actual para convertirse en fuentes hexagonales chapadas en granito con pebetero de fundición que realicen un juego de agua. Al mismo tiempo, se recuperan y amplían los estanques existentes para permitir la generación de biodiversidad en la zona.
Respecto al alumbrado público, se ha renovado por completo con nuevas luminarias LED para favorecer la eficiencia energética, reducir el consumo y la contaminación lumínica. Todo ello con materiales antivandálicos y un sistema de telegestión a través de internet para supervisar, controlar y gestionar la red de alumbrado.
La eficiencia energética también es la característica principal del riego, aprovechando el agua del río e incorporando un sistema telegestionado vía radio que perite programar, monitorizar y operar a distancia desde cualquier dispositivo móvil. De esta forma, se reduce el riego después de periodos de lluvia, se detecta cualquier avería y se evita el desplazamiento in situ de los operarios municipales, que pueden multiplicar sus labores en la ciudad al economizar mejor el tiempo.
Fotos de David Sañudo