La Erotofilia-Erotofobia es una dimensión bipolar que mide la "disposición a responder a estímulos sexuales a lo largo de una dimensión negativa-positiva de emociones y sentimientos” .
EROTOFOBIA ------------------ EROTOFILIA
Cada persona está situada en algún lugar de este continuo. Los erotofóbicos responden a las situaciones sexuales planteadas en el cuestionario con emociones y sentimientos más negativos, los valoran peor y tienden a alejarse de ellos y a rechazarlos más. Por ejemplo: “No siento ninguna curiosidad por el material con contenido sexual (libros, películas, etc.)”
Los erotofílicos responden a las situaciones sexuales con emociones y sentimientos más positivos, los valoran más positivamente y es más probable que se aproximen a ellos, y los busquen . Por ejemplo: “·Pienso que ver una película o leer un libro con contenido erótico/sexual podría ser algo entretenido”.
Es una actitud aprendida, especialmente a lo largo de toda la infancia, por la buen a o mala educación sexual, la experiencia vivida en la familia o con los iguales, posibles sucesos vitales positivos o negativos y la observación de tantos estímulos sexuales en nuestra sociedad.
Las personas erotofílicas, en comparación con las erotofóbicas, tienen más fantasías sexuales y las aceptan mejor, adquieren mejor los conocimientos sobre sexualidad que se les ofrecen, son más realistas en la anticipación de posibles relaciones sexuales, adquieren y usan más y mejor los métodos anticonceptivos, tienden a tener más actividad sexual y aceptan mejor la actividad erótica, pueden estar abiertos a más parejas sexuales y experiencias sexuales de diferente tipo, suelen tener mayor satisfacción sexual en las relaciones, etc. Es decir, los erotofílicos aceptan mejor las diferentes posibilidades de la sexualidad, están más abiertos a las conductas sexuales, pueden plantearse éstas con más realismo y disfrutan más con la actividad sexual.
Las personas erotofóbicas es más probable que sean conservadoras y los erotofílicas liberales, pero esta relación no es mecánica, no son infrecuentes las excepciones. De hecho, este cuestionario, aunque también mide opiniones hacia determinados temas, al menos de forma indirecta, intenta evaluar más bien la reacción ante diferentes estímulos sexuales.
Globalmente, las actitudes tienen tres componentes:
a) El mental: los prejuicios, opiniones y razonamientos conservadores o liberales (siendo más o menos dogmáticos o abiertos defendiendo sus ideas), como vimos en las dos últimas semanas.
b) El emocional: las emociones y sentimientos, más conectados con la fisiología sexual.
c) La tendencia a tener unas u otras conductas sexuales.
Pues bien, la dimensión erotofilia-erotofobia mide más directamente las emociones y las posibles conductas sexuales.
Las personas conservadoras es más probable que sean dogmática y erotofóbicas, pero siempre es así. Porque hay personas conservadoras con mente abierta y erotofílicas.
Las personas liberales es más probable que sean abiertas y erotofílicas, pero no siempre es así y pueden ser dogmáticas y erotofóbicas.
Es decir, aunque los tres componen tienden a armonizarse, hay casos en que los componentes de las actitudes están escindidos, en disarmonía.
Las investigaciones parecen apoyar indudablemente la idea de que el lado positivo de esta dimensión es la erotofilia, porque facilita las decisiones y conductas sexuales de las personas y la propia actividad sexual, aumentando su libertad.
Las personas erotofílicas están reconciliada con el hecho sexual humano y con su propia sexualidad, siendo capaces de hacer un discurso positivo sobre la sexualidad, hablan positivamente de la sexualidad y sus posibilidades, a la vez que acepta su sexualidad personal, organizando su biografía sexual de forma que le permita vivir con salud y bienestar.
En resumen, para ser educador sexual:
(a) Se puede ser conservador o liberal, siempre que sea capaz de relacionarse o trabajar en educación sexual con personas conservadoras y liberales. Pero no deben ser personas dogmáticas y proponer o hacer una educación sexual doctrinaria.
(b) Mentalidad abierta. Saber dudar, cambiar y comprender y respetar la actividad sexual no delictiva.
(c) Estar del lado de la erotofilia, poder cantar la bondad de la sexualidad y aceptar las diversidades de los demás.
Estas actitudes deben ser completadas con el reconocimiento de los derechos humanos y una ética de las relaciones sexuales y amorosas.