Pocos lugares del entorno albense comparten este día festivo, sólo Terradillos y Amatos
Llegando el 25 de enero el pueblo de Amatos se pone en movimiento para celebrar su fiesta de invierno, San Pablo Apóstol, que es el titular de la parroquia.
Siempre esta fiesta ha tenido un tono más familiar e íntimo, esto debido al tiempo del invierno, como también a las arduas tareas agrícolas y ganaderas, que exigen una dedicación muy continua. Por eso el día festivo desde antiguo se reduce a la misa solemne en la parroquia, este año concelebrada por el párroco Don Emilio Vicente y Manuel Diego, carmelita descalzo natural de este sitio; luego la procesión por las calles del pueblo y la comida familiar. Pero esta fiesta tiene mayordomos a la antigua usanza; en esta ocasión ostentaban tal titulo y llevaban sus varas de oficio los vecinos Andrés Sánchez y Amancio Sánchez. Después de la misa es obligada la visita a sus casas y el convite de un pincho acompañado de un vino, tradición ya secular con la que también pudimos cumplir este año.
Es en la parroquia donde se produce más el momento más emotivo, porque es donde nos vemos las caras y saludamos los vecinos residentes y los hijos de Amatos que viven fuera, pero que acuden a la cita anual. Podemos decir que este año 2023 había una buena representación de los troncos familiares que desde antiguo han conformado el potencial humano de este lugar. Por eso, la tradición y la renovación han quedado bien aseguradas en esta ocasión, además de acompañarnos el buen tiempo y un día soleado.
Fotografías: Rubén Vicente