El artista macoterano realizaba este retrato hace años y ahora ve la luz
Pronunciar el nombre de José Ángel Nava es algo que poco a poco va siendo mucho mas que un pintor al uso, sino un verdadero “captador” de almas, miradas y sensaciones, sinónimo de mucho más que palpable en cada uno de los lienzos que con no poca paciencia y mucha dedicación crea, siempre desde sus raices en Macotera y la comarca de Peñaranda, donde es uno más.
Un pintor, que el mismo se denomina como “hiperrealista” y que tiene la mágica cualidad de captar hasta el más mínimo gesto sensitivo de quien protagoniza su oba, para convertirlo en toda una fotografía plasmada a través de los pinceles y el pastel, su gran caballo de batalla.
Hay no pocos ejemplos, pero entre ellos, hoy hemos conocido el espectacular retrato que ha dedicado al prestigioso pintor Antonio López, algo que, a pesar de ver hoy a luz, lleva años realizado y guardado por el miedo que a José Ángel le generaba el hacerlo público.
Un cuadro, sobre el que José asegura que “tiene ya un tiempo, siendo una creación que realizaba al terminar la carrera y pertenecía al trabajo de final de grado, en junio del año 2021” añadiendo de ella que “es una obra muy importante y especial para mí, ya que le admiro mucho, es uno de los grandes maestros en el arte de enseñarnos a observar, ver el mundo de otra forma. En esto es un gran profesional, por lo que la obra trata de presentar una dualidad, basada en la película “El sol del membrillo”, en la que estuvo meses pintando un membrillo que no termino…ese proceso basado en la luz y el color me impacto…Por eso el cuadro se centra en esa doble acción, en todo lo que él tiene presente en sus obras, donde prioriza la luz y los colores por encima del paisaje”.
Se trata de una vergüenza, que con el comienzo del nuevo año parece haber quedado mas minimizada a la hora de enseñarlo, siendo una composición realizada sobre tabla y pastel, aunque dejando un margen a la imaginación más allá del hiperrealismo, para que cada persona que pueda contemplarlo conciba una imagen final distinta al anterior. “No quiero que sea algo tal cual, que se vea y ya está. Prefiero dejar un hueco para la mente y que cada persona saque su propia conclusión del cuadro” asegura.
Hoy sigue asegurando que “tenía mucho, mucho miedo de publicar esta obra por todo lo que representa a nivel personal, es mi gran referente. Espero que sea de verdad algo que agrade y guste…me he limitado en ella a mirar y observar, algo que es constante en el” explica José Ángel.