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COMARCAS
Actualizado 30/11/2022 18:23:48
David Rodriguez

El sector productor defendió que hay menos cerdos, mientras que el comprador se escudó en la gran incertidumbre existente

Como culmen de los actos de la Feria de San Andrés 2022 de Ciudad Rodrigo, a última hora de la mañana del miércoles se desarrolló la sesión de la Lonja de Salamanca en la que se fija la 1ª cotización de la temporada en la provincia salmantina del cerdo ibérico de bellota, además de celebrarse sesiones de las mesas de Porcino Blanco, Porcino Ibérico y Despiece (el conjunto de estas mesas públicas están precedidas por una reunión a puerta cerrada entre sus protagonistas donde ya se plantean las posturas).

Tras dos años de ‘exilio’ debido a la pandemia del coronavirus en uno de los patios del Palacio de Los Águila y en el Teatro Nuevo Fernando Arrabal, la Lonja regresó a su lugar tradicional: el salón de plenos del Ayuntamiento, que una vez más se llenó de ganaderos, que vieron “más distanciamiento que nunca” entre los sectores vendedor y comprador, según manifestó uno de los representantes del primero de ellos, corroborando el presidente de la Mesa, el diputado provincial Julián Barrera, que las posiciones habían sido “especialmente enconadas y distantes”.

El debate

Partiendo de las bases de que este año hay menos bellota, y que su reparto es dispar por la provincia de Salamanca (en esos puntos estuvieron más o menos de acuerdo los dos sectores), el sector vendedor defendió que “hay menos cerdos”, en palabras de Celestino Martín o de José Gabriel González, explicando Tomás García que “nos hemos preocupado de meter menos cerdos en la montanera al haber menos bellota”, mientras que Pablo Rodríguez resaltó que “la situación en el campo es muy delicada” (sobre ello, Emilio Hernández dijo que ha sido “un año extremadamente duro para el ganadero por los costes”).

Sin embargo, el sector comprador no aceptó ese punto de vista, manifestando Sebastián que puede ser que haya menos bellota, “pero no menos cerdos; va a haber un número similar a otros años”. Tanto Gregorio Sánchez como Fernando Santos lamentaron no conocer realmente “los datos de cuántos cerdos han entrado en montanera; se acabarían las elucubraciones”, para así poder fijar con datos reales un precio: “es una fotografía ficticia”, según Gregorio Sánchez, porque “estamos a ciegas, vosotros y nosotros, sobre el número de cerdos”.

Fernando Santos añadió que es “imposible cotizar algo que no sabemos las cifras porque no se sabe o no se quiere decir”, replicando un miembro del sector vendedor que los datos de los cerdos los vuelcan en un sistema, por lo que le pidió a los compradores que “no vengan de víctimas” (en ese momento hubo algunos aplausos por parte de los asistentes). El sector comprador reclamó en todo caso que esos datos se hagan públicos.

Teniendo en cuenta su punto de vista de que hay menos cerdos, y que la Lonja siempre se ha regido para cotizar en función de la oferta y la demanda, el sector vendedor defendió que hay que “subir los precios”, defendiendo Pablo Rodríguez que “cualquier precio por debajo del fijado el año pasado sería un escándalo”.

Sin embargo, según indicó Celestino Martín, se habían llevado “una sorpresa cuando la industria hablaba de un precio por debajo del año pasado”, explicando Pablo Rodríguez que “ahora dicen los compradores que no se vende jamón”, considerando Tomás García que la “industria viene con precios irrisorios”, y José Gabriel González que “la industria viene dura”. Por su parte, Emilio Hernández expresó que la industria, “lejos de intentar arrimar el hombro, ha venido con unos precios que no se ajustan a la realidad”, concluyendo Tomás García que “seguirá existiendo la Lonja, pero al paso que vamos no existirán los criadores de cerdo ibérico de bellota”.

Desde el otro lado, Sebastián defendió que “la posición de la industria ha sido bastante buena" a la hora de intentar fijar un precio, ya que según Roberto Mulas, “este año la demanda no es tan grande como en años anteriores”. En palabras de Gregorio Sánchez, “la industria es reticente”, porque además de que “no sabemos cuántos cerdos hay”, tampoco saben cómo va a evolucionar la situación económica: “la incertidumbre es total”, concepto en el que también incidió Luis Ramos: “la gente no sabe si comprar o no”, subrayando que se está en una situación de inflación que afecta a productos de gama alta como el cerdo ibérico de bellota.

Como otra línea de debate, Tomás García, del sector productor, expuso que en esta Lonja se pone únicamente el precio a los cerdos que se crían en Salamanca, replicando Fernando Santos que “es trascendental para todo el sector del cerdo ibérico; es brutal, se juegan muchos millones de euros”, corroborando Luis Ramos que “es una mesa nacional; a otras mesas les puede servir de referencia”. Luis Ramos también defendió que “ganadería e industria tenemos que ir de la mano, y al ganadero le tiene que ir lo mejor posible”, pero, en palabras de Fernando Santos, “la producción va más deprisa que el consumo en todo”, y “el consumo no corresponde”, lo que se traslada a los precios, siendo “una desgracia para todos”.

Las cotizaciones

Dentro del debate, Isidoro Blázquez expuso que “me parece una pena que no nos podamos entender”, teniendo que fijar el precio un año más el presidente de la Mesa, Julián Barrera, quién resaltó que este año ni siquiera había habido acuerdo en las bandas de precios (20 céntimos en el caso de los vendedores y 10 en el de los compradores). En concreto, los ganaderos propusieron unos precios de 3,10-3,30€ para el cerdo 50% ibérico de bellota; 3,30-3,50€ para el cerdo 75%; y 3,50-,370€ para el cerdo 100%; mientras que los compradores propusieron unas bandas de 2,95-3,05€ para el cerdo 50%; 3,05-3,15€ para el cerdo 75% y 3,15-3,25€ para el cerdo 100%.

Finalmente, Julián Barrera decidió que el cerdo 50% ibérico de bellota debute con una cotización de 2,95-3,15€ (igualando el récord histórico del año pasado); el cerdo 75%, con una cotización de 3,10-3,30€ (nuevo récord histórico); y el cerdo 100%, con una de 3,25-3,45€ que supone también récord histórico (supera la de 3,18-3,38€ de 2019). En torno a esta última, Julián Barrera expuso que había decidido “compensar” respecto a las otras, aprovechando que es “el que más demanda tiene”. En todo caso, el diputado resaltó que “el lunes se volverá a cotizar”, por lo que habrá opción de rectificar “si nos hemos equivocado”, porque además este año “no hay referencias de otros lugares”.

Las otras mesas

Respecto a las otras mesas, Julián Barrera comentó que sólo había habido acuerdo total entre los sectores comprador y vendedor en la Mesa de Porcino Blanco, acordándose como novedades una subida de 1€ para los lechones (pasan de 60 a 61€) y de 3€ para los tostones (los de 4 a 6 kilos pasan de 41 a 44 euros; y los de 6 a 8 kilos, de 43 a 46 euros).

Mientras tanto, en la Mesa de Porcino Ibérico, el sector productor abogó por la estabilidad para lechones y cebo, y “alguna corrección”, en palabras de Emilio Hernández, para el cebo de campo; mientras que el sector vendedor rechazó que haya estabilidad, argumentando que “vendrá cuando se estabilicen los precios de los costes; hay una volatilidad en el mercado espantosa”, por lo que reclamó bajadas. Finalmente, Julián Barrera estableció una bajada de 2 céntimos en el cebo de campo (queda en 2,54-2,64€ el kilo) y de 1 céntimo para el cebo (queda en 2,35-2,45€ el kilo), y una subida de 3€ para los tostones (los de 5 a 8 kilos pasan a 39-41€, y los de 9 a 12 kilos, a 41-43€).

Por último, en la Mesa de Despiece Ibérico, se acordaron subidas de un céntimo para el jamón de cebo de campo (5,67-6,17€), el jamón de cebo (4,97-5,17€), la paleta de cebo de campo (3,37-3,57€) y la paleta de cebo (3,10-3,30€); y bajadas de 8 céntimos para el magro extra (3,02-3,12€), y de 27 céntimos para el lomo de cebo de campo (10,48-10,73€) y para el lomo de cebo (10,33-10,53€).

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