Tres efectivos han estado en primera línea toda una jornada tratando de contener las llamas
El incansable esfuerzo que están realizando los equipos terrestres y aéreos de extinción para tratar de controlar y acabar con el violento incendio de Losacio (Zamora) se ha convertido desde su inicio en una tarea titánica que está necesitando el despliegue de grandes equipos humanos sobre el terreno para tratar de sofocar una llamas que ya cuentan por miles las hectáreas calcinadas.
Una tarea en la que se implicado durante la pasada madrugada tres efectivos voluntarios del parque comarcal de bomberos de Peñaranda, adscrito a la Diputación de Salamanca, quienes partían desde su base a las 04:30 de la madrugada del pasado martes para unirse a las numerosas brigadas que luchan en primera línea con los numerosos focos activos en todo el entorno, que ya han obligado a la evacuaciòn de mas de una treintena de municipios.
“Han sido horas muy intensas y de gran actividad en las que nos hemos visto en la misma boca del incendio” relatan los efectivos peñarandinos, quienes además recuerdan como “en varias ocasiones hemos tenido casi que salir corriendo, arrancar los vehículos y salir precipitadamente ya que el fuego, en segundos, nos tenía rodeados”.
Ejemplo de lo vivido y lo que aún se está padeciendo sobre el terreno son las imágenes y videos obtenidos por los bomberos peñarandinos que detallan la lucha contra las lenguas del fuego, desde el suelo y el aire, que este miércoles continúan con la misma intensidad que ayer, dentro de un incendio que ya se ha situado como uno de los más potentes y destructores del verano en España.
La Junta de Castilla y León ha estimado que el fuego de Losacio (Zamora) podría haber afectado a 20.000 hectáreas, el de Cebreros (Ávila) a unas 4.000 y el Monsagro (Salamanca), junto con la parte de Extremadura, a unas 10.000.
El director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz, ha aclarado que son estimaciones y pueden variar mucho como ocurrió en el de la Sierra de la Culebra, en el que inicialmente se habló de 32.000 hectáreas y finalmente la cifra se rebajaba hasta las 24.000, aunque se hace especial hincapié en que las cifras pueden ser muy variables a medida que pase el tiempo y la situación climática