La procesión motorizada de Alba de Tormes es una de las más arraigadas y vistosas de la provincia
Los cláxones y bocinas de los camiones volvieron a resonar por las calles de la villa ducal. Dos años después los transportistas albenses volvieron a festejar San Cristóbal, una festividad con profundo arraigo en Alba de Tormes que año tras año consigue mantener viva su esencia y popularidad.
En esta ocasión, la misa no tuvo lugar en el Pabellón Municipal de Alba de Tormes y se trasladó nuevamente a la iglesia parroquial de San Pedro. Posteriormente se celebró la tradicional procesión de vehículos y de la imagen del santo, que este año abrió el desfile desde un Scania 142H, un camión clásico del año 1986 pertenciente a Esteban Durán.
A diferencia de la celebrada el pasado fin de semana en la capital charra, los camioneros albenses sí respondieron a su cita con el patrón de los conductores. Sin duda, una manera de evadirse de los problemas sufridos especialmente en los últimos meses por la subida del combustible.
Al finalizar los transportistas fueron recibidos en el Ayuntamiento de Alba de Tormes, donde disfrutaron de un vino de honor para continuar la fiesta en el Hotel Restaurante Alameda.