Las calles se llenaban de peñarandinos y visitantes para seguir el desfile, interrumpido durante los dos últimos años debido a la pandemia
Peñaranda no ha querido perder la oportunidad de acompañar a la Santísima Virgen de la Misericordia en su reencuentro con las calles de la ciudad tras dos años sin poder celebrar su fiesta anual debido a la pandemia del coronavirus.
La de este domingo ha sido la jornada principal de su fiesta anual, organizada por su cofradía y Jesús Nazareno, viviendo una intensa mañana que arrancaba a las doce en punto del mediodía, en la iglesia parroquial San Miguel Arcángel, donde el párroco de la ciudad, Lauren Sevillano, oficiaba una solemne eucaristía en la que participaban varios cientos de fieles.
Tras ella volvían a abrirse las puertas del Templo para que la venerada imagen mariana, portada a hombros, comenzase su esperada procesión, arropada por los sones de la Agrupación Musical María Santísima de la Estrella de Carbajosa, quienes pusieron banda sonora a un desfile que, por primera vez, ampliaba su recorrido, llegando a las calles Elisa Muñoz, Nuestra Señora, Carmen y las plazas de España y Constitución, para volver a la parroquia.
Además de este cambio, la procesión de este año, con la que finalizan cuatro jornadas de actos en honor a la Misericordia, contaba con más novedades, como la imposición de una nueva corona bendecida por el párroco, además del cambio de varas en la mayordomia.