La reforma de la Plaza Nueva comienza su último proceso de tramitación para ser una realidad a lo largo de los próximos meses, con la presentación del proyecto que contempla la totalidad de la intervención que realizara el Ayuntamiento y que supondrá una inversión global de 277.738 euros, contemplando también una actuación en la calle Cervantes.
La alcaldesa de la ciudad, Carmen Ávila, y el concejal de Urbanismo, Antonio Poveda, han presentado este martes todo el planteamiento diseñado para una profunda reforma que, en palabras de la primera edil "es un proyecto que nos hace especial ilusión por lo que representa esta plaza y lo bonita que es" explicando que su objetivo es "mantener la esencia histórica de la Plaza Nueva aunque aportando una reforma importante debido a su deterioro, tanto en su adoquinado como en las aceras, recuperando eso sí, zonas ajardinadas en el espacio central, tratando de recuperar su imagen más inicial".
Antonio Poveda ha detallado que la intervención incluye la sustitución de todo el pavimento perimetral dentro de la plaza, mientras que la isla central, que seguirá al mismo nivel que tiene hoy y abordillada, contara con cuatro espacios verdes en sus esquinas y árboles, mientras que en la zona central se creara una zona ajardinada en el que se mantendrá la escultura que hoy se encuentra en él.
El proyecto, que mantiene todas los espacios de aparcamiento, contempla que toda la plaza continúe en adoquín, diferenciados eso si entre los de la zona central y las de las diferentes salidas, mientras que los cuatro parterres contaran con césped y árboles, realizándose una plantación escalonada en el punto central, donde se colocaran plan
tas diferentes con flores y especies aromáticas arbustivas, contando para el mantenimiento de todos estos espacios con riego automático.
Las aceras del ágora también serán sustituidas, contando todas ellas con puntos de accesibilidad, algo que también tendrá presencia en los cuatro accesos a la zona central de la Plaza Nueva, además de instalarse cuatro bancos.
En cuanto a la calle Cervantes, también incluida dentro de este plan de reforma debido al deterioro que presenta tras las averías sufridas estos últimos años, contara con el arreglo del adoquín, y el de la zona de aparcamientos de esta calle se colocaría nuevo, similar al que se ha instalado en las plazas de España y Constitución, utilizando el adoquín que retiren de estas zonas para recuperar los puntos adoquinados perdidos en la plaza y parchear el existente en todo el ágora.
Las tuberías de agua también se sustituirán en los dos lugares, colocando las acometidas de la Plaza Nueva ya en su interior e individualizadas para cada edificio o espacio, además de instalarse un punto de carga de agua que sirva de apoyo a los Bomberos en caso de requerir una actuación urgente.
Quince empresas se han presentado a concurso para hacerse con el proyecto, cuyo siguiente paso llegara este próximo jueves, cuando se abran las licitaciones para las obras, iniciándose así el proceso burocrático establecido para este tipo de proyectos, por lo que la regidora municipal estima que las obras podrían empezar en primavera, planteando fechas "entre finales de marzo o principios de abril", mientras que mostraba su deseo de que, con esta amplia reforma, "todos los vecinos que viven en la Plaza Nueva se animaran y pintaran las fachadas de sus viviendas, ya que dejaría una imagen bonita y completa".