Niño refugiado en un campo próximo a la ciudad libanesa de Al-Faour
Este 20 de junio se recuerda el Día Mundial de los Refugiados, establecido por Naciones Unidas, institución que difunde renovados llamamientos para hacer frente a la peor crisis de desplazados que afecta a más de 70 millones de personas, según ACNUR. Este poema lo escribí hace una década y fue publicado en mi libro "Los éxodos, los exilios", aparecido bajo el sello de la Universidad de San Martín de Porres (Lima, Perú, 2015). Se ha traducido a muchos idiomas. Ahora lo doy a conocer en su castellano original y en tres de dichas versiones: al búlgaro (por Violeta Boncheva), al italiano (por Gianni Darconza) y al rumano (por Carmen Bulzan).
Niños observando un cuaderno escolar en el campo de refugiados de Marzaki (Yibuti. Foto de Nuha Nasr Moshen)
CAMPO DE REFUGIADOS
Y estos niños
¿qué combates perdieron
sin haberlos provocado?
Mujeres que solo esperan
para enterrar a sus
criaturas.
Pues yo miraba ancianos
entre el polvo
o el barro de esos laberintos,
hombres enfermos
que ya ni cuentan lo que
han vivido.
Otra vez la gente
agolpándose en el centro
de mi corazón,
otra vez la humanidad
sin entonar su
mea culpa.
Madre y sus niños en un campo nevado. Traducción al búlgaro: Violeta Boncheva (composición de Juan Carlos Martín)
Campo de refugiados de Djabal, en Chad
CAMPO PROFUGHI
E questi bambini
che combattimenti hanno perso
senza averli provocati?
Donne che solo aspettano
di seppellire le loro
creature
Ma io guardavo anziani
tra la polvere
o il fango di quei labirinti
uomini malati
che non raccontano ormai più
quel che hanno vissuto.
Un'altra volta la gente
che si accalca al centro
del mio cuore,
un'altra volta l'umanità
che non intona il suo
mea culpa.
(Traducción al italiano de Gianni Darconza)
Pies de un niño refugiado. Foto de Bela Szandel
(Traducción al rumano : Carmen Bulzan)
Campo de refugiados sirios de Zaatari (Jordania)
Refugiados españoles, pintura de Miguel Elías para la portada de 'Los éxodos, los exilios'