Están anclados en un tronco que se entierra en el sendero y pueden causar lesiones importantes en los viandantes, corredores o perros
Un grupo de viandantes del barrio de Pizarrales han denunciado la presencia de grandes clavos en los caminos vecinales que se encuentran entre el Cementerio San Carlos Borromeo y la autovía A-62. Según comentan, el propietario de los terrenos no quiere que la gente los cruce, ya que es una zona habitual para paseos, correr, montar en bici o sacar al perro.
En cualquier caso, esos grandes clavos, anclados en un tronco que se entierra en el camino, suponen un peligro y pueden causar lesiones importantes en los usuarios de los citados caminos. De hecho, uno de ellos asegura que le perforó la suela de la zapatilla y le llegó a herir el pie.