Antonio Grande y Manuel Diosleguarde salen a hombros en Tamames con novillos de Castillejo de Huebra y un Daavid Salvador que falló en los aceros
Tres formas de sentir, tres maneras de interpretar, tres estilos. Como los tres banderilleros en el redondel de Gabriela Ortega, la parienta de los Gallos que alcanzó reconocimiento mundial como recitadora. La verdad que Tamames vivió una importante tarde en su martes de fiestas, el día tradicional de los festejos taurinos que siempre llevan a tanta gente y más, en esta ocasión, con una terna de la zona que abarrotó la plaza. Con un perfecto cartel rematado por su alcalde ?Carlos Navarro Oltra-, junto a la empresa Servicios Taurinos del Duero. Un cartel que de haber intención para apostar por los nuevos valores de la tierra merece estar en más lugares. En más plazas para que la gente siga apostando por estos chavales que han devuelto tanta ilusión y ya tienen un montón de partidarios. Luego, como las sandias al calarlas, el resultado final nunca se sabe, pero la semilla de Salvador, Grande y Diosleguarde ha prendido.
A David Salvador le tocó pagar abrir cartel y mientras lanceó con enjundia y mucho talento en la verónica a su primero, apenas se dio cuenta la gente. Lo mismo que en un posterior quite por chicuelinas, citando de frente y con perfecto embroque, pero únicamente fue paladeado por los entendidos. Fue lo mejor de su hacer frente a un torete poco enrazado y al que le costaba embestir, donde el matador también anduvo frío, hasta el epílogo de unas manoletinas que tuvieron el bello colofón de dos muletazos con la mano muy baja que encandiló al personal. Luego con la espada todo se diluyó. Brindó el segundo de su lote a Antonio Grande y frente a él brilló en dos series de naturales con su toreo puro, adelantando el engaño para traerlo toreado con mucha verdad. Ahí fue el mejor David Salvador, el del torero de aficionados, pero se atascó al final, apagándose al igual que fuego con el agua y otra vez volvió a estar mal con los aceros.
Antonio Grande, con su reciente triunfo en la feria charra, llegó por la vía de la sustitución, rodeado de su partidarios a quienes entusiasmó. Y también a quien lo veían por primera vez encontraron a un torero macizo, completo, con dominio, personalidad y también con temple. Su primera faena fue rotunda, sabiendo sobreponerse a las dificultades de su novillo para interpretar el natural con aroma, al igual que con la diestra, muy de verdad y sin dejar nadie indiferente. También firmó otro trasteo superior en su segundo, con empaque, torería y gusto en otro paso firme del toreo de San Muñoz. Y donde por cierto tras rodar los dos novillos sobró el exceso de mendicidad en su cuadrilla.
Diosleguarde volvió a aporrear en la mesa de la reivindicación con otro aldabonazo. Muy noble su primero, al que Salvador realizó un bello quite por saltilleras, se le vio hambriento de triunfo y haciendo llegar al tendido esa ambición. Completo en su faena de muleta, donde no faltaron pases de todas las marcas y además se mostró muy seguro con la espada, sirviéndole para desorejarlo. En el que cerró plaza, un torete, se lució con la capa, momentos antes de que Alberto Sandoval diera un señor puyazo, que remendó tras marrar con el primero-. Decidido y embalado toreó sobre la diestra en series largas y muy templadas que llegaron enseguida a la gente para despertar los olés. Sobre esa mano basó su faena, porque cuando lo intentó torear sobre la izquierda le protestó. Una pena con que la estocada defectuosa tardase el rodar y le hizo perder la segunda oreja. Pero la gente loca con él.
Espectadores apasionados y rivalidad. Campos del Yeltes, La Huebra y el corazón de la charrería en un corto radio de menos de 30 kilómetros rivalizando para devolver la ilusión novilleril en una bonita tarde. Y es que Tamames otro vez más ha sido la gran referencia taurina de la provincia.
FICHA DEL FESTEJO
Ganadería: Se lidiaron novillos de Castillejo de Huebra, con cuajo, kilos y presencia, el sexto con hechuras de toro; bajo su presentación con los pitones. Y en general de comportamiento noble. El tercero, de mucha clase e inscrito con el nombre 'Hilandero' fue premiado con la vuelta al ruedo. Los demás aplaudidos en el arrastre.
David Salvador: Silencio y ovación con saludos.
Antonio Grande: Oreja y oreja.
Manuel Diosleguarde: Dos orejas y oreja.
Ambiente: Lleno en tarde de mucho calor.